Poirier.

Reseña del libro En el nombre del Papa, de Mariano de Vedia. Buenos Aires, 2015, Planeta, 410 páginas.

Desde la introducción se señalan dos advertencias al tratamiento de las relaciones entre Bergoglio y los Kirchner: la primera está en el título “Registro de un tiempo que aún no se fue”; la segunda es un principio periodístico que le llega al autor como herencia de su bisabuelo materno: “Corresponde a los que están, decirles a los que vendrán cómo eran los que se fueron”.
Mariano de Vedia ya había publicado una obra anterior referida a Bergoglio, El papa del pueblo (La primera biografía del hombre que quiere cambiar la Iglesia), poco después de la elección en Roma y comentado en esta revista en el número de junio de 2013.
El primer capítulo del presente trabajo de investigación se detiene en figuras como Julio De Vido, Néstor Kirchner, Jorge Casaretto y Estanislao Karlich. La Mesa del diálogo en los años de la crisis 2001-2002, y el consejo del salesiano Alejandro Buccolini, en ese entonces obispo de Río Gallegos, hablando a sus pares en el episcopado sobre cómo enfrentar al Presidente: “en público no”. Según explica monseñor Caseretto, la Iglesia argentina que encuentra Kirchner era sólida y estaba reconciliada interiormente, a diferencia de los años setenta. Agregamos nosotros: pero a pesar del consejo, el arzobispo de Buenos Aires prefirió hablarle públicamente al Presidente (tedeum).
“Ponerse la patria al hombre” es el segundo capítulo. En el tercero (“Historias que nacieron en Santa Cruz”) se habla del obispo Juan Carlos Romanin y del sacerdote Juan Carlos Molina, quien acaba de dejar su cuestionado cargo al frente de la Sedronar.
Después se pasa revista al conflicto con el obispo castrense Antonio Baseotto, el café que se frustró en Roma (entre el cardenal y Néstor), el encuentro de ambos en la parroquia de los mártires palotinos en Belgrano, la candidatura del jesuita monseñor Joaquín que frenó las ambiciones de Rovira en la provincia de Misiones, los viajes de Bergoglio a Roma, la ley de matrimonio homosexual, el oscuro operativo de Sergio Massa, la muerte del ex Presidente.
Seguirá la llegada de Cristina (a quien después el Papa recomendaría “cuidar”, casi como un mantra), el impacto en el gobierno nacional ante la inesperada elección de Bergoglio en el cónclave, el testimonio de Alicia Olivera, el gravísimo tema del narcotráfico y el endémico de la pobreza.
El último capítulo trata de “la tentación de manipular a Francisco”, cosa nada fácil de llevar a cabo con un hombre de fino olfato político.
El libro de Mariano de Vedia es un cuidado y riguroso informe sobre las turbulentas relaciones entre un matrimonio presidencial y un cardenal tildado de jefe de la oposición y enemigo del “proyecto nacional”. Sin embargo, el hombre elegido como emblema del adversario era un pastor austero, que recorría las villas y se interesaba por los más desposeídos. Defensor de los últimos, acompañante de los sacerdotes en las barrios más carenciados, denunciante de la trata de personas y del trabajo esclavo, creador de verdaderas redes humanas, Bergoglio se sintió a menudo perseguido por las acusaciones de un periodista afín a los Kirchner. Tampoco le fue fácil en la curia romana y con ciertos obispos y operadores políticos argentinos. Pero siempre siguió impertérrito su camino, no dejándose intimidar ni tentar por el poder.
Un libro éste, en síntesis, necesario para conocer o refrescar la memoria en nuestro país, y para dar a conocer fuera la historia casi ignota de un cardenal del fin del mundo que llegó a obispo de Roma y referente mundial. Un libro necesario.

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