Que en esta Noche compartamos la alegría del Evangelio: Dios nos ama, nos ama tanto que nos ha dado a su Hijo como nuestro hermano, como luz para nuestras tinieblas. El Señor nos dice una vez más: “No teman” (Lc. 2, 10). Como dijeron los ángeles a los pastores: “No teman”. Y también yo les repito a todos: “No teman”. Nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida. Él es la luz que disipa las tinieblas. Él es la misericordia. Nuestro Padre nos perdona siempre. Y Él es nuestra paz.

Papa Francisco. Misa de Nochebuena, 24 de diciembre de 2013

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La luz del Niño es natural y maravillosa, y toca a todos y los maravilla. Lo que no mira al Niño está en sombras, pero su luz llega hasta los ángeles del cielo.

Dámaso Alonso. Acerca de la Adoración de los pastores, de El Greco

Que Dios haya salido de la eternidad para entrar en lo temporal y caduco, que haya cruzado el “umbral” de la Historia, no puede ser comprendido por ninguna mente humana; su “puro” concepto de Dios lo pondrá en guardia contra lo que parece ser contingente humano, pero debe reconocerse que en ello estriba la esencia del cristianismo. Poco adelantaremos en este dominio si nos fiamos de nuestro pensamiento. Un amigo me dijo unas palabras, gracias a las cuales acerté a comprender mucho más que mediante la simple “reflexión”. Estábamos hablando de problemas de esta índole y me dijo: “El amor hace cosas así”. Estas palabras me ayudan con frecuencia. No es que aclaren algo mi pensamiento, sino que dirigen una llamada al corazón y le hacen presentir el misterio de Dios. Aunque el misterio no llegue a ser comprendido, queda más cercano y desaparece el peligro del escándalo.
Ninguna de las grandes cosas humanas ha surgido del pensamiento solo. En cambio, todas del corazón y del amor. Pero el amor tiene sus propias razones y finalidades, y para entenderlas hay que estar dispuestos a captarlas, pues de lo contrario no se entiende nada… Pero, ¿si es Dios quien ama? ¿Si son la profundidad y la potencia de Dios las que se elevan? ¿De qué no será capaz entonces el amor? Llegará a ser tan sublime que deberá parecer una locura y un absurdo a todo aquel que no lo tome como punto de partida.

De El Señor, de Romano Guardini (Ediciones Rialp, Madrid, 1954, páginas 38-39).

1 Readers Commented

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  1. lucas varela on 9 diciembre, 2016

    Dios me ama, y me perdona. Su Hijo, me ilumina como luz en mis tinieblas. No debo temer.
    Esto me lo dice el Papa Francisco, un hombre entero y verdadero. El valor de lo dicho se entrelaza con el espíritu de Francisco. Sus dichos son más vivos, más previsibles y seguros.
    Tiene apelativo personal, Dios tiene como bandera un nombre.
    Siento la idea, a Jesús no tengo que pensarlo.

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