Una comparación infeliz

La web Infobae publicó el 23 de septiembre una entrevista a Juan Grabois, quien habría dicho: «La voz de los que sufren la violencia cotidiana es muchísimo más terrible a tener que esperar quince minutos o una hora que se libere un carril o a que haya una semana sin clase».

El argumento es efectista, pero escabulle la verdad. Una injusticia no justifica la otra. Si es cierto lo que allí se publicó y Grabois lo sabe, no hubiera debido decirlo. Si no lo sabe, debería aprenderlo. Le quita fuerza a los legítimos derechos e intereses de los muchísimos que han quedado marginados. El derecho de algunos a manifestarse en la plaza debe ejercerse sin menoscabo al derecho de los otros a circular libremente.

El abuso reiterado de cualquier derecho sólo fomenta el rencor, no la justicia ni la reconciliación. Son las autoridades quienes deben garantizar ambos derechos y hace un largo tiempo que no lo hacen adecuadamente.

6 Readers Commented

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  1. Gustavo Carlos Mangisch on 24 septiembre, 2017

    «Argentinos, a las cosas» nos invitaba (sabiamente) Ortega y Gasset ya en la década del treinta. Cuando uno escucha las dos opiniones acuerda en que, de algún modo, las dos tienen razón. Para ambas, la solución está en manos otros (Estado, gobierno, la gente, etc ) y así las opiniones normalmente no modifican la realidad. Creo que debiéramos comprometernos TODOS en un intento por construir la cultura del encuentro. Allí, todos podemos hacer algo para transformarnos de opinadores y observatorios en incubadoras que fortalezcan la AMISTAD SOCIAL.

  2. José María Fernandez on 24 septiembre, 2017

    Sin duda, una injusticia no justifica otra. Discrepo con el criterio de Grabois. Debemos terminar con el apoderamiento de las calles, sea por quién fuere…avasallando el derecho de los legítimos usuarios!!!

  3. Mario on 25 septiembre, 2017

    Por favor leer aunque sea el compendio de la DSI antes de descalificar la opinion vertida en está ocasion por juan. Tambien pueden leer e interpretar en consonancia con los padres de la iglesia: Mc 2,23-28. Lamento que esta revista se este convirtiendo en un panfleto de la derecha conservadora y discriminatoria. Les haría bien volver a los origenes.

  4. DELIA MARTA on 25 septiembre, 2017

    LA CONFRONTACION , NO CONSTRUYE, ES PONER LADRILLO SOBRE ESCOMBROS.

  5. lucas varela on 26 septiembre, 2017

    Estimado señor ex – embajador y profesor,
    Su pequeño comentario, merece otro un poco más profundo y meditado.
    A veces, aquellos que creen ser dueños de “la verdad” tienen una inevitable tendencia al simplismo, a la frase hecha, al concepto diáfano y absoluto.
    A saber: “Son las autoridades quienes deben garantizar ambos derechos y hace un largo tiempo que no lo hacen adecuadamente.” dice el ex – embajador.
    Ya lo he comentado anteriormente: el deber es consecuencia de la convivencia. El deber, como la libertad, son conceptos sociales.
    Y el deber impone justicia, que es darle a cada uno lo suyo como condición de libertad personal.
    ¿Para qué vivir como argentino, entre argentinos? Le pregunto a los estimados lectores. Y la respuesta es obvia: para ser libres, con justicia, y en paz. Hasta aquí, pareciera haber una total coincidencia entre el simplismo del señor ex – embajador y yo.
    Pero los argentinos somos lo que somos, y la justicia argentina es una institución descompuesta por una serie de actos argentinos justos y otros injustos. La justicia es una serie dolorosa de hechos, merced a la cual somos la sociedad argentina que somos.
    ¿Somos una sociedad más justa que hace dos años atrás? Le pregunto al señor ex – embajador. Y aquí, en ésta respuesta, está contenida toda la complejidad de un tema, que para el señor embajador se reduce al “actuar de las autoridades para garantizar derechos”.
    Es necesario mirar a la justicia de cerca:
    Se instalan “dobles lenguajes”. El señor ex – embajador transforma la semántica en un campo de batalla: “Libertad” se convierte en obediencia, “lealtad” en sumisión. Y la democracia comienza a no ser tan evidente, cambia hacia un autoritarismo caracterizado por las expresiones del señor ex – embajador. Éste proceso iniciado hace casi dos años, avanza, aunque sus consecuencias no son tan evidentes todavía.
    La reducción de libertades se produce paulatinamente, se retrocede en “transparencias” (Maldonado, Milagro, procesos electorales, independencia judicial, libertad de expresión, entre otras).
    La democracia se corroe de la mano del “macrismo” y del “poder empresario”. El contexto general, es de una transformación política que cuestiona el populismo bien entendido. Ante el temor de lo popular, el señor ex – embajador induce al sueño nostálgico de un pasado necesariamente represor.
    La democracia tiene muchas caras. En Argentina ha comenzado a ser otra cosa, con elementos autoritarios. Pero, la democracia es de todos: de listos y tontos, de fuertes y de débiles. Es el único sistema que tolera a los autoritarios. Ahí radica su fuerza y su debilidad.

  6. Jorge on 27 septiembre, 2017

    Es curioso que Grabois integre la comisión pontificia de justicia y paz, ya que es una persona que en cada aparición pública fomenta el odio y la división sobre la base de un discurso regresivo y tan poco cristiano como ideologizado.
    En cada aparición pública solo se dedica a dividir, probablemente porque pretenda reinar.
    Su cercanía al Papa de por sí no genera ningún respeto, al contrario, antes que crear una estima por Grabois hace cuestionar el acierto en la elección del Papa sobre alguna de sus compañías.

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