urios-web1Ollanta Humala, comandante del ejército peruano, seguidor declarado de la ideología setentista de un militar dictador de izquierdas, Juan Velasco Alvarado, ha sido elegido presidente del Perú. Se levantó en armas en la peor época del régimen Fujimori- Montesinos y salió absuelto en varios procesos judiciales de acusaciones de violaciones de los derechos humanos en los años ochenta de Sendero Luminoso. En la década pasada, apoyó veladamente a su hermano, también militar, en la toma y asesinato de varios policías de una comisaría en una remota capital de provincias durante el gobierno de Alejandro Toledo, quien lo había nombrado agregado militar en Corea. Estos son algunos de los antecedentes del Presidente electo, triunfador en una de las campañas más reñidas de los últimos tiempos. Personifica, para casi ocho millones y medio de peruanos, la esperanza del cambio y de un futuro mejor. Buena parte de estos votos provienen de la sierra y selva del país, las zonas que acumulan los mayores índices de pobreza.

No es usted el primer sorprendido. Se suma, probablemente, a los algo más de siete millones de peruanos que no votaron por él sino por su contrincante: Keiko Fujimori. Ese apellido es más conocido, ya que se trata de la hija de Alberto Fujimori, expresidente de la República, hoy preso1. Tienen razón quienes argumentan que una hija no puede cargar con las culpas y responsabilidades del padre, pero tampoco puede soslayarse que ella fue Primera Dama durante ese gobierno, y que lo calificó como el mejor de la historia del país. Además, no dudó en formar su equipo de campaña con muchos de los que trabajaron en la peor época del ingeniero Fujimori.

Todos tenemos derecho a cambiar

Si para algunos este triunfo puede haber sido casual, no puede negarse que Ollanta Humala ha dedicado los cinco años que lo separan de su primera campaña electoral para prepararse a conciencia y demostrar al país que puede ser mucho más que un militar con ideas trasnochadas. Hizo la tarea. Supo tender puentes a la izquierda tradicional y atraer a su lista a independientes progresistas. Ello le permitió, primero, presentar una lista parlamentaria y, después, luego de la primera vuelta, incluir a técnicos y expertos del entorno del expresidente Alejandro Toledo. No hay duda de que el temprano apoyo público de nuestro único Nobel (Mario Vargas Llosa) y el plácet tardío del propio Toledo aportaron su granito de arena frente a unos medios de comunicación en gran medida inclinados a apoyar a Keiko Fujimori.

¿Hay motivos de esperanza?

Es difícil pensar que nos espera un mañana mejor con el nuevo Presidente. Su falta de experiencia en gestión pública, las incertidumbres respecto a quienes conformarán su equipo de gobierno, y sus ideas previas, siembran dudas y temores en la sociedad peruana, especialmente en Lima, centro del poder político y económico del país.

Durante toda la campaña, Humala ha sostenido y reiterado que la lucha contra la pobreza y la exclusión será su prioridad (mayor cobertura del bono para los pobres extremos, aumento del salario mínimo, jubilación mínima garantizada, gas más barato). Pero para ello hace falta mucho dinero y como únicas propuestas insiste en aumentar los impuestos a la minería y luchar contra la corrupción y evasión fiscal que permitiría al gobierno disponer de mayores fondos para implementar el programa social.

Por otro lado, existe un consenso en el país, o al menos entre los economistas, que sólo manteniendo el nivel de crecimiento económico podremos reducir la pobreza, pero también debemos constatar que diez años de crecimiento sostenido no han mejorado mucho los indicadores sociales en las zonas más marginadas del país. Probablemente los primeros nombramientos en el ministerio de Economía y en el Banco Central de Reserva serán clave para dar tranquilidad a los mercados financieros.

Estos nuevos altos ejecutivos del Estado deberán saber mostrarse más sensibles a las exigencias que vendrán de los ministerios encargados de los servicios sociales (salud, educación, desarrollo social).

Una garantía para algunos está en los nuevos amigos del Presidente, que se han sumado a Ollanta luego de la primera vuelta. Ese grupo de técnicos independientes, allegados en su mayoría al ex presidente Toledo, han comprometido su buen nombre y reputación en este proyecto. Serán también los primeros en dar un paso al costado si no se respetan los principios democráticos básicos o los compromisos asumidos por el Presidente electo.

En este sentido, saber pasar de los consensos de la segunda vuelta a los pactos de gobernabilidad será una dura prueba para el nuevo gobierno, tanto dentro de un fragmentado congreso como afuera, en una calle ciertamente agitada en los últimos meses.

¿Dónde quedan las élites?

En estos meses de espera hasta la asunción presidencial el 28 de julio, muchos expertos y analistas estarán atentos a los movimientos y aproximaciones de las élites tradicionales del país, que siempre han sabido aliarse con el vencedor de las elecciones antes del día en que asuma el poder. Si bien, para muchos, su poder efectivo se ha reducido hoy en un mundo de economía globalizada, sigue siendo central su rol en la política nacional.

Velasco Alvarado, aquel militar golpista de los setenta y referente ideológico de nuestro electo Presidente, intentó aislar a esas élites, entonces limitadas a un escaso número de familias, y fracasó. Con ello, todo el país se vio arrastrado a una más de las cíclicas crisis económicas que hoy perduran en el inconsciente de muchos. Esperemos que su seguidor haya aprendido la lección de que pactar y sumar es siempre mejor que enfrentarse y restar. Casi nueve millones y medio de peruanos considerados pobres dependen de ello.

Saber esperar

El período presidencial en Perú dura cinco años y será clave tener paciencia. Es probable que no veamos el verdadero programa de gobierno hasta pasado el primer año. El Presidente deberá demostrar a la ciudadanía que sus primeros nombramientos no son efímeros, que los independientes son bienvenidos al gobierno y que no habrá sorpresas

ni golpes de timón a mitad de su travesía.

 

1. Alberto Fujimori cumple varias condenas que alcanzan los 25 años de cárcel por delitos que van desde el robo de fondos públicos hasta el secuestro y asesinato durante su mandato.

 

El autor es licenciado en Filosofía y Letras y master en Administración por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde hace 10 años trabaja en gestión de proyectos sociales, cooperación al desarrollo y responsabilidad social empresaria en Perú.

4 Readers Commented

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  1. PIO VASQUEZ on 19 julio, 2011

    SALUDOS HERMANOS DE NUESTRA AMERICA LATINA, COMO SE VE QUE EL SEÑOR JAVIER URIOS ES UN BUEN ALUMNO DE LA DERECHA EXPOLIADORA DE LA BURGUESIA ESPAÑOLA, PUES ES CREIBLE DE QUE ALLI SE PREPARO ACADEMICAMENTE PARA FILOSOFAR, SIEMPRE, A FAVOR DE LOS GRUPOS DE PODER ECONOMICO, Y NUNCA, EN BENEFICIO MÌNIMO PARA LOS POBRES.
    PARA INFORMACIÒN DE TODO EL MUNDO, QUE SABE VER LA REALIDAD DE UNA SOCIEDAD COMO LA LATINOAMERICANA Y ESPECIALMNTE DEL PERÙ, EN DONDE, LOS «ILUSTRES» PENSADORES FILÒSOFOS, SOCIOLOGOS PIDEN A LOS CUATRO VIENTOS QUE LOS POBRES TENGAMOS PACIENCIA Y CUANDO EN ESTOS MOMENTOS (18 DE JULIO DEL 2011) LOS RICOS PIDEN A GRITOS QUE ELLOS NO TIENEN PACIENCIA Y QUE PIDEN QUE DE UNA VEZ EL COMANDANTE OLLANTA DEFINA QUIENES VAS A ESTAR EN LA CARTERA MINISTERIAL DE ECONOMÌA QUIÈN VA A SER EL PREMIER Y . . . , PORQUE ELLOS POR EL SÒLO HECHO DE TENER EN SU PODER LA RIQUEZA Y LOS RECURSOS NACIONALES TIENEN EL CINISMO DE TENER MIEDO DE QUE OLLANTA DICTE MEDIDAS EN FAVOR DE NOSOTROS LOS POBRES, LOS QUE SOMOS NINGUNEADOS, LOS QUE VEMOS PASAR NUESTROS MINERALES CON RUMBO A LOS PAISES INDUSTRIALIZADOS SIN PAGAR IMPUESTOS A LA NACIÒN Y LO QUE ES PEOR SE LLEVAN NUESTRO MINERAL MEDIANAMENTE REFINADO PERO CONTRABANDEAN ORO Y PLATA EN EN INTERIOR O EN MEZCLA CON ESOS MINERALES.
    SI OLLANTA NO REALIZA LA TRANSFORMACIÒN SOCIAL Y ECONOMICA EN NUESTRO PERU, HABRÀ UNO QUE LLEGARÀ Y VEREMOS QUE DIRAN LOS QUE COMO JAVIER URIOS, PREDICAN PACIENCIA A LOS POBRES Y VELADAMENTE EL SAQUEO DE LAS RIQUEZAS NATURALES A FAVOR DE EMPRESAS TRANSNACIONLES,
    SE
    PERUANOS, SEAMOS CONSCIENTES, MIREMOS LA RELIDAD DE NUESTRO PERÙ, DE NUESTRA AMERICA Y DEL MUNDO ENTERO, LOS PAISES EN DONDE LA LIBRE EMPRESA PRIVADA DICE DAR TRABAJO QUE GENERA RIQUEZA EN LA SOCIEDAD, ESOS PAISES ACTUALMENTE ESTAN AN LA QUIEBRA : ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA (en franco proceso de quiebra y de pérdida de su hegemonía, con déficit público gigantesco, que se sostiene gracias a los préstamos que China le brinda a manos llenas con el afán miserable de mantener estable a la moneda llamada dólar, cuyo valor es real es ficticio a nivel mundial), OTRO PAIS ESPAÑA (miserablemente saqueado por los banqueros de la union europea, principalmente de la eurozona)AHORA ESPAÑA PAIS EN VIAS DE BANCARROTA SI NO LE DAN UN PRESTAMO CASI REGALADO O SINO EJECUTA MEDIDAS ANTISOCIALES ( persida de los años de jubilaciòn temprana de acuerdo a sus leyes, recorte de programas de salud de educaciòn de . . . ) ALLI ESTA FRANCIA, INGLATERRA, ITALIA ( que conjuntamente con Estados Unidos de norteamerica están asaltando y masacrando al PUEBLO DE LIBIA, y nadie nada ya que esos paises están robando las reservas internacionales netas de la NACIÒN LIBIA, QUE HASTA DONDE SABEMOS ES DE 200 MIL MILLONES DE DOLARES QUE Y. . . PODEMOS SEGUIR MÀS PERO ES QEU LA LIBRE EMPRESA SIN CONTROL DEL ESTADO SOBERANOS NO ES MAS QUE EL LIUBRES SAQUEO DE LAS RIQUEZAS NATURALES DE UN PAÌS Y TAMBIEN ES EL ROBO DE LA FUERZA DE TRABAJO DE LOS HABITANTES DE LA NACIÒN QUE SON REMUNERADOS CON SALARIOS MISERABLE. ESA REALIDAD ES LA QUE DEFIENDEN LOS «ESTUDIOSOS» COMO EL SEÑOR JAVIER URIOS.
    ATENTAMENTE, DESDE PERÙ
    PIO VASQUEZ

  2. Muy buen análisis. Con respecto al comentario anterior, creo que adolece del gran error de los autoritarios y es un indicio de la ideología en la que se funda Humala. Atribuye malas intenciones a los que piensan diferente. Todas las ideologías son sistemas de pensamiento orientados a la obtención del bien común o del mayor bien posible. Por ende, es ridículo atribuir malas intenciones por el sólo hecho de tener un pensamiento determinado. En todo caso, para acusar a alguien de falso o mal intencionado, el acusador deberá remitirse a hechos concretos que demuestren que esa persona está usando una ideología como mera fachada cuando en verdad su único principio es el poder, el dinero o el deseo de protagonismo. Y esta clase de personas pueden encontrarse en todas las ideologías. La política no se divide en ideologías malvadas e ideologías benevolentes, como quiere hacernos creer el comentarista peruano, sino en dirigentes democráticos y personas que les creen, y dirigentes autoritarios y personas que les creen. Yo no puedo acusar al comentarista que me antecede de malas intenciones, porque no tengo pruebas, pero sí puedo acusar a Humala de ser o haber sido un dirigente autoritario. Ojalá haya cambiado, pero la verdad es que esto es difícil. Los dirigentes autoritarios lo son porque asumen compromisos con estructuras autoritarias para llegar más fácilmente al poder y estar en condiciones luego de perpetuarse en el mismo. Al mismo tiempo, son expertos en aparentar moderación hasta que logran el control sobre las instituciones. Concuerdo con Vargas Llosa en que, lamentablemente, la sociedad peruana ha debido elegir entre el sida y el cáncer. Esperemos que este cáncer del autoritarismo no arraigue en una sociedad civil que en los últimos años ha apostado por la democracia, la moderación y el desarrollo, más allá de que es cierto que faltan muchas cosas por hacer y que los partidos democráticos deben replantearse su estrategia y sus prioridades.

  3. Juan Carlos Lafosse on 26 julio, 2011

    Separar “la política” en dirigencias “democráticas y “autoritarias” no me parece que sea correcto.

    Esto reduce “la política” a gobiernos y partidos, cuando en la práctica hay muchas otras estructuras de poder que participan activamente. Por ejemplo grupos económicos, sindicatos, militares y hasta la misma iglesia. Hablar de “autoritarismo” en estos casos no tiene mucho sentido, no son organizaciones democráticas. Pero nadie duda de su poder y sabemos muy bien como lo ejercen, muchas veces sin escrúpulos.

    Yo no “creo” que la sociedad sea injusta, eso lo sé y no me caben dudas. Y la injusticia de la sociedad se concreta en estructuras que generan grupos que se benefician de esas estructuras y mayorías que no solo no se benefician sino que pagan con sufrimiento los beneficios de los primeros.

    Tampoco somos una sociedad igualitaria, hay quienes se llenan la boca hablando de igualdad de oportunidades, pero es demasiado evidente que no la hay. Lo grave es que esta situación de inequidad e injusticia empeora rápidamente en el mundo entero, en especial desde la irrupción del neoliberalimo.

    Es evidente que para que una sociedad sea más justa hay que modificar las estructuras que reparten mal los beneficios de la sociedad. Si no cambian, seguiremos siendo una sociedad injusta y condenando a millones de personas a vidas miserables.

    Pero para cambiar hay que enfrentar, inevitablemente, a quienes no quieren cambiar, que – en general – son quienes se benefician del statu quo. No digo que estos son personas cínicas y malvadas, solo que creen en doctrinas económicas y sociales que producen injusticia y, como dijo Paul Krugman hace poco, “en general, la gente termina por creer todo aquello que se compadece bien con sus intereses.” Además, la mayoría ni siquiera se imagina como es la vida que llevan los más pobres.

    Para mi la diferencia entre partidos y proyectos políticos está en ver si proponen cambios que benefician a quienes están del lado de abajo de la tortilla, si se hacen cargo del dolor de los que más necesitan su ayuda. Yo leo de esta forma la benevolencia.

    Otros ofrecen un gobierno “de consenso”, “de acuerdos”, “sin conflictos”, lo que significa seguir sin hacer cambios para mejorar la situación de nuestros hermanos más pobres, los preferidos de Cristo. Se basan en una ideología que cree en el individualismo, que no acepta que el Estado es responsable de satisfacer las necesidades de las personas.

    En general, buscarán convencer a los desposeídos que “no hay nada que hacer” y su discurso incluirá discretamente que si son pobres es culpa de ellos, por haber nacido en el lugar equivocado y no tener “actitud”. También sugerirá (nada discretamente) que todos los problemas son culpa de esos inmigrantes descontrolados y vagos que quieren vivir a costa de quienes trabajan.

    Todo cambio implica conflicto y en la política los conflictos se resuelven con poder. Quién tiene más poder prevalece y puede hacer cambios o dejar todo como está.

    Si mi lectura de la parábola del buen samaritano no es incorrecta, Jesús nos propone como ejemplo de vida a una persona que “ve” al “otro” como un semejante que sufre y se hace cargo de ese sufrimiento. Lo ve y actúa.

    Y hasta donde yo veo, el buen samaritano generaría mucho más conflictos que consensos.

  4. Martial on 9 enero, 2012

    Y HUMALA LE REGALO AL LOCO CHAVEZ EL LIBRO DE VELASCO???? DONDE DICE TIERRA PA QUIEN LA TRABAJA??? Y LE QUITO MUCHOS FUNDOS A LOS DUEÑOS Y DEJO SIN TRABAJO A TODO EL PERU. y LOS HEREDEROS DE LOS FUNDOS DEJARON PODRIR LAS TIERRAS HASTA SECARLA Y DEJARLA SIN CULTIVOS NI PRODUCCION ALGUNA.
    Y QUE!!! CUANDO VINO LA HAMBRUNA MIENTRAS VELASCO SE PACHANGEABA CON LAS MISSES Y BELLEZAS IGUALDAD DE CLASES??
    ¿Y para qué le regaló el libro de Velasco a Chávez? ¿Para que paralice la producción en Venezuela más de lo que ahora está?

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