El reciente y tercer almuerzo del papa Francisco con Cristina Fernández, así como el encuentro con su nutrida comitiva integrada mayoritariamente por miembros de “La Cámpora”, estuvieron animados por intereses muy distintos pero finalmente convergentes. Para Cristina, este evento significó un vital refuerzo de su legitimidad simbólica. Francisco, por su parte, aceptó el acercamiento persiguiendo un objetivo que trasciende la cuestión de las “scholas occurrentes”, y que sin duda está en línea con su decisión de “cuidar a Cristina”.

Esta consigna parecería incuestionable, como la natural prolongación de un tema muy caro al Sumo Pontífice: su insistencia en que nos cuidemos unos a otros. ¿Por qué habríamos de excluir a la propia Presidenta de nuestra solicitud? Pero no se puede ignorar que al referir estas palabras específicamente a la primera mandataria en su calidad de tal se pasa de la caridad a la política, y el contenido del deber de cuidado se vuelve menos evidente. Por ello es imprescindible preguntarse: ¿En qué consiste exactamente “cuidar” a Cristina?

Una primera interpretación, poco sutil, de esta expresión podría ser: “No conspiren contra Cristina”, pero resultaría claramente agraviante para los destinatarios, y por lo tanto, poco probable. Otra posibilidad, más genérica, es entenderla como equivalente a: “No profundicen la confrontación política”, pero tampoco parece plausible, porque se trata de palabras dirigidas a todos menos a Cristina, quien no parece especialmente preocupada por preservar un clima de serenidad, ni se siente particularmente incómoda con el hecho de que desde su círculo más íntimo se promueva su re-reelección (lo que equivale a desestabilizar las instituciones). Ahora bien, precisamente el hecho de que no se hable de cuidar las instituciones sino a la persona, y que a esta persona no se le dirija una exhortación complementaria, en el sentido de: “Cuídese usted misma y cuídenos”, lleva a una tercera interpretación: que el llamado del Papa a cuidar a Cristina sea en el fondo un pedido o una orden (según los casos) de no criticarla.

Lamentablemente, y más allá de cuál sea la verdadera intención de Francisco, basta con que así suene esta consigna para que produzca efectos negativos tanto para la sociedad como para la Iglesia local. Para la sociedad, porque todo acto de oposición queda automáticamente sospechado de desestabilizador. Para la Iglesia, porque marca una frontera a lo que se puede nombrar y denunciar.

Un caso claro de esto último es el documento de los obispos sobre la inseguridad, de mayo de este año. Tras la airada crítica que le dirigió la Presidenta (en un acto público que contó con la presencia de varios obispos), fueron pocos los miembros del episcopado que se animaron a invocar su derecho a expresarse. Más bien predominaron las “aclaraciones” embarazosas que tuvieron un sabor de tácita retractación. Y con referencia a los informes del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, luego de las descalificaciones del Jefe de Gabinete, voceros oficiosos del Santo Padre se apresuraron a indicar que esos informes tenían “un valor relativo” y que Francisco no estaba interesado en “miradas puramente sociológicas”. Como resultado, los obispos argentinos hoy parecen tener temor de hacer sentir su voz, ante la  perspectiva de ser desautorizados (y no sólo desde el Gobierno), y porque no contarían ya con datos sociales de solidez reconocida, ni siquiera dentro de la Iglesia, para apoyar sus juicios.

La consigna de cuidar a Cristina adolece de una peligrosa ambigüedad. La Iglesia “cuida” a los gobernantes confrontándolos con el mensaje del Evangelio para que no pierdan el rumbo. Y para ello es necesario que preserve una saludable distancia, efectiva y gestual, como instancia autónoma y crítica frente al poder político. La aparente decisión de Francisco de no recibir más dirigentes políticos argentinos sería, de confirmarse en los hechos, un paso en la dirección correcta. Cuando religión y política se acercan demasiado, más allá de las buenas intenciones, esta función se pierde. Y entonces sucede como en la guerra: la primera víctima es la verdad.

6 Readers Commented

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  1. Mary on 6 noviembre, 2014

    Muy buenO el Comentario . Me gustaria dar mi modesta opinion:
    1)»cuiden a Cristina», es un pedido que realmente MOLESTA a la SOCIEDAD ENTERA. Es la Presidenta de un Pais Democratico, Republicano y Federal, lamentablemente no practica las Bases de la Constitucion. No respeta ni el Inicio de la misma, El PREAMBULO. Quien puede encargarse de cuidar a Cristina,si solo cuidada sus «intereses PERSONALES «.La POBREZA, MISERIA,DECADENCIA DE LA EDUCACION,FALTA DE JUSTICIA (NO SE PERDONA NI IGLESIAS,NI SACERDOTES,NI CARDENALES:TODOS SUFRIMOS POR IGUAL),LA INSEGURIDAD, MENTIRA,FALTA DE CUMPLIMIENTO DE LEYES VIGENTES,CORRUPCION,FALTA DE PROGRAMAS DE SALUD PARA NIÑOS,JOVENES,ANCIANOS TOTALMENTE DESPROTEGIDOS Y DEGRADADOS POR ENFERMEDADES Y CARENCIAS, AGRECIONES A LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y SUS TRABAJADORES, Y DESDE LOS MEDIOS A LOS CIUDADANOS.
    EN ESTA CIRCUNSTANCIA, ALGUIEN QUIERE Y PUEDE:» CUIDAR A CRISTINA»?
    2)»LA CONFRONTACION POLITICA»: es ORIGINADA DESDE EL PODER GOBERNANTE. Hay un RENCOR, ODIO,ENVIDIAS,falta de CONOCIMIENTOS MINIMOS DE POLITICA de ESTADO. Todos son AGRECIONES,Insultos,DIVISIONES SIN SENTIDO QUE EN ALGUNOS CASOS HAN LLEGADO A DIVIDIR A FLIAS POR PERTENECER A UNA «IDEOLOGIA POCO CLARA Y NADA EXPLICATIVA DE LOS PROGRAMAS DE GOBIERNO ACTUAL».
    Realmente me siento despojada de todo,atacada por todos lados,hay una tension en la vida diaria impresionanate, se agrede a los Medicos en los Hospitales porque no tienen:insumos,medicamentos,anestesia,o porque no hay medicos,no hay enfermeras.Se vive con miedo,panico,y hay muchas enfermedades psicologicas.
    Creo que a SSFrancisco, le llega una pobre y minima informacion de la realidad en ARGENtINA.
    Deberia haber Sacerdotes,Obispos, Cardenales, que le transmitan la VERDAD,no solo HAY MISERIA EN LAS VILLAS, ESTA ENQUISTADAS EN EL CORAZON DE LOS ARGENTINOS. Y ESTO ES GRAVISIMO.
    ALGUIEN PUEDE REZAR POR LA SALUD DE LA PRESIDENTE, SI NADIE SABE QUE ENFERMEDAD SUFRE? (OBLIGACION DEL ESTADO ,DEL GOBIERNO, DE TRANSMITIRLO AL SOBERANO PUEBLO )
    ESTA EN CONDICIONES DE GOBERNAR? TODO ES UNA INMENSA MENTIRA, Y SOLO RUEGO A DIOS Y A LA SMA. VIRGEN, NUESTRA MADRE, MISERICORDIA PARA ESTE PUEBLO MANSO Y PIEDAD,LA SITUACION ES UNA GRAVEDAD INIMAGINABLE.
    Y UTILIZAN LAS INMENSAS NUBES DE HUMOS ECONOMICOS,EL CULPABLE ES EL DE ARRIBA,LLAMESE :JEFE,EMPRESARIO,CHACARERO,O DEL NORTE. SS FRANCISCO POR FAVOR RECE UD,POR LA DESVALIDEZ DE UN PUEBLO SUFRIENTE. Y LA CANTIDAD DE JOVENES QUE ESTAN EMIGRANDO,LA MAYORIA IGUAL QUE LO HICIERON SUS ABUELOS CUANDO VINIERON DE EUROPA A PRICIPIO DEL SIGLO XX. GRACIAS.

    • Jorge Llorens on 12 noviembre, 2014

      Sin duda, el Papa está informado de lo que pasa en Argentina. Mary dice que lo que dice Francisco molesta a «la sociedad entera», según las últimas encuestas, por lo menos el 40% de la población debe estar contento.
      Respecto del Editorial, creo que no se percibe que Francisco es también el Papa de los kiechneristas.
      No tengo dudas que Francisco será imparcial en las próximas elecciones, y me alegro que colabore para que los presidentes elegidos por el pueblo terminen sus mandatos.
      Conste que nunca voté a Cristina ni apruebo el gobierno kirchnerista.
      Jorge Llorens

  2. lucas varela on 7 noviembre, 2014

    “Hay que cuidar a Cristina” dice Criterio que el Papa Francisco dijo. ¿Lo dijo realmente? Es la primera pregunta que uno debe hacerse cuando la verdad es víctima. Se dice que la dijo monseñor Guillermo Karcher; aunque a esta altura del “proceso de transición”, poco importa la verdad. La siguiente pregunta que de inmediato surge es:
    ¿Cristina, sabe cuidarse sola?
    La respuesta, con dos gobiernos consecutivos a cuestas, ciertamente la sabe Cristina y cada uno de todos los argentinos; es muy probable que la mayoría sean positivas.
    No obstante, algunos miembros del CdR dicen no tener dudas que el papa Francisco tiene una “actitud protectora” hacia la presidenta de la República Argentina. Seguramente, algunos miembros del CdR imaginan una presidenta peronista vulnerable, protegida por un “Bergoglio peronista”, como le gusta referirse al Papa a nuestro amigo José María Poirier.
    Esta visión del CdR es difícil compartirla, aunque ciertamente, después de tres almuerzos, es lícito presumir que el papa Francisco está profundamente interesado en su país.
    Es importante recordar que la presidenta debía ir a la ONU a presentar el caso de los “fondos buitres” . Indudablemente, su encuentro con el papa Francisco fue un vital refuerzo de legitimidad simbólica. El papa Francisco se expresó específicamente sobre el tema, diciendo: «..es imposible que los mercados financieros gobiernen la suerte de los pueblos…». Asimismo, remarcó que «…pocos prosperan recurriendo a la especulación financiera mientras muchos sufren duramente las consecuencias….».
    Sí, ciertamente es muy caro al sumo pontífice el de cuidarnos unos a otros. Ser solidarios en comunión de seres. Cuando la dicha de los mejores enorgullece a todos, y la miseria de los más tristes llena a todos de vergüenza.

    No, no Sres del CdR, no es la política lo que le interesa al papa Francisco. Es un grave error, porque están ignorando todas las expresiones, habladas y escritas del papa Francisco en este año y medio de papado. Y los obispos argentinos lo saben, y no tienen temor de hacer sentir su voz.
    Veo intenciones de desunión en esta deplorable editorial. Esta hostilidad de Criterio perturba; pierden autoridad moral y dignidad.
    La peor miseria es la del alma, porque extingue vínculos sociales y solidarios.

  3. Juan Carlos Lafosse on 7 noviembre, 2014

    Pongamos las cosas en claro:

    1 – Bergoglio viene de nuestro país, es jessuita y no llegó a cardenal ni a secretario de Aparecida por desconocer la realidad de América Latina ni menos de Argentina. Y obviamente no es un tonto. «Agarrarse la cabeza», «quedar perplejo» y «temer expresarse» solo muestra que no se pueden oponer ideas.

    2 – Los documentos del episcopado merecieron aclaraciones incluso del Rector de la UCA. No se puede ignorar el uso que se hizo en algunos medios seleccionando y distorsionando lo escrito.

    3 – Nuestro Papa Francisco comparte muchas ideas e ideales con nuestra Presidente, basta comparar sus escritos con los textos de ella. Seguramente hay temas en que piensan diferente, puede que en la sustancia tanto como en las formas de realización.

    Por eso se opone frontalmente a cualquier maniobra política, financiera, mediática o violenta en la Argentina. Y no es tonto: ve lo que pasa.

    Lo realmente «inimaginable» es este editorial de la revista Criterio. Si apareciera en la revista Barcelona haría reír a muchos…

    Cuando habla de «los pocos miembros del episcopado que se animaron a invocar su derecho a expresarse» ¿se refiere a los que hablaron como Angelelli en su momento? No me entra en la cabeza que un obispo no «se anime» a decir lo que piensa, ahora, acá, en nuestro país. Quizás tema ser confrontado o que sus palabras sean debatidas o participar en un diálogo abierto. Pobres apóstoles si así fuera!

    Todos los días tenemos muestras abundantes de cuanto odio visceral se pone en juego para perjudicar al gobierno, para esto vale todo, no hay límites. Si nuestro Papa Francisco no ataca a la presidente, se transforma en un enemigo! Hay que desprestigiarlo! Un Papa peronista/populista/comunista!

    Vamos a ver si mis comentarios del viernes al mediodía aparecen antes de la semana que viene.

  4. Juan Carlos Lafosse on 13 noviembre, 2014

    Vale la pena leer la carta que nuestro Papa Francisco hizo llegar a Tony Abbott, Primer Ministro de Australia, quien presidirá la Cumbre del G-20 del 15 al 16 de noviembre en Brisbane.

    Veamos si esta frase nos recuerda algo en relación a nuestro país:

    «La Comunidad internacional y en particular el G20 deberían también preocuparse de la necesidad de proteger a los ciudadanos de cada país de formas de agresión, que son menos evidentes, pero igualmente reales y graves. Me refiero específicamente a los abusos en el sistema financiero, tales como las transacciones que condujeron a la crisis de 2008, y en particular a la especulación desligada de vínculos políticos o jurídicos»

    Para leer la versión completa en castellano habrá que esperar ya que la sección de traductores al español trabaja a desgano y tarda muchísimo. Incluso a veces parecen traducciones automáticas, con expresiones exóticas. Al día de hoy, se puede leer en Francés, Inglés, Italiano y Portugués en http://w2.vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/content/vaticanevents/es/2014/11/11/abbottg20.html

  5. Alejandro Luciani on 1 mayo, 2016

    El Papa es un ser PRINCIPALMENTE POLITICO. Su objetivo es, a traves de la Religión, compartir el poder con La clase politica. Históricamente la Iglesia Católica Apostólica Romana estuvo ligada al Poder, y sus inicios a traves del Emperador Constantino I hablan de ello. El «cuiden a Cristina» no escapa de esta consigna. No le veo otra interpretación mas que esa. Es decir, de una persona que milita y comparte las ideas de Cristina. El origen de esta militancia es desconocido para la mayoria de nosotros, nos encontraremos con miles de argumentos, la verdad solo la conocen ambos. En mi opinión personal, Cristina, y resumiendo, con sus medidas no ha sido mas que una genocida por las consecuencias que genero su politica. Una persona destructiva que logro su cometido. Dividir un pais y lamentablemente, con la finalizacion de su mandato no ha terminado esto…. al contrario, recien a comenzado.

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