Las Semanas Sociales organizadas por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS) junto con el obispado de Mar del Plata ya son un clásico anual de la oferta –de muy amplio espectro– de eventos abiertos de la Iglesia católica argentina. Una cita en la que se encuentran el mundo del trabajo y el empresarial, políticos en ejercicio de oficialismo y de oposición, sindicalistas y periodistas, expertos en las temáticas de la agenda, laicado y jerarquía eclesiástica. Tres jornadas en las que se exponen argumentaciones contrapuestas, Evangelio y pluralismos multidireccionales, como análisis sociales y económicos asociados a pluricreatividades puestas al servicio del bien común.
La última edición tuvo por tema “El cuidado de la casa común. Es más lo que nos une que lo que nos divide”. Del 23 al 25 de junio el hotel “13 de Julio”, del sindicato Luz y Fuerza, fue la casa común en la que compartieron paneles y mesas-debate desde miembros de Poder Ejecutivo Nacional hasta personas anónimas que llevan adelante emprendimientos que mejoran la calidad de sus espacios y quienes los habitan.
De la apertura participaron los ministros Carolina Stanley y Jorge Triaca; Guillermo Moser, secretario general de Luz y Fuerza; el presidente de la CEPAS, Jorge Lozano; y los obispos miembros Jorge Lugones, Jorge Casaretto y Marcelo Colombo; y Antonio Marino, obispo de Mar del Plata. Dos significativas ausencias marcaron esta apertura: la de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y la del intendente de la ciudad balnearia, Carlos Arroyo. La primera envió una carta que fue leída por Lozano y el segundo fue representado por Alejandro Vicente, secretario de Gobierno del Municipio de Gral. Pueyrredón.
Fue notable la cercanía al papa Francisco que expresó Vidal en su misiva: “Ese camino de contemplar al prójimo con plena conciencia del que sufre la exclusión y la pobreza es una tarea diaria y nos pide que trabajemos como hermanos, buscando proyectos en común con las ONGs, con los clubes del barrio, con las iglesias, con todos los municipios, y desarrollarlos poniendo en primer lugar a las personas, es un eje que atraviesa nuestra gestión”.
Triaca y Stanley son afines tanto a la Iglesia en general como a la Pastoral Social en particular –muy interesante es seguir el itinerario de la relación movimientos sociales-Stanley, por ejemplo– de modo que sus intervenciones animaron a propiciar la amistad social en todo ámbito y ante cualquier circunstancia. “Busquemos los elementos que nos unen y no lo que nos separa”, expresó el ministro de Trabajo abrevando en el lema.
El cuidado de la casa común fue el tema de la intervención de monseñor Lugones y la amistad social el de monseñor Casaretto en el cierre de esa primera jornada.
El sábado y el domingo resonaron finas y crudas (no por eso menos ciertas) reflexiones sobre el cuidado del planeta, uso de agroquímicos (para referirse a ellos, la licenciada en Gestión de Políticas Públicas y especialista en Salud y Ambiente Silvia Alonso utilizó el término “biocidas” que sacudió fuerte al auditorio), minería, agua, basura y energías renovables. “Modelos Alternativos de Desarrollo Integral” fue el tema del segundo panel central que tuvo su punto máximo de atención cuando Juan Grabois, cabeza de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular, denunció la muerte de niños y niñas en villas del conurbano bonaerense: “En 10 días se murieron 9 chicos de la villa y nadie se enteró. ¿Qué hubiera pasado si estos chicos vivían en Recoleta?”. Lozano recogió el guante cuando expresó que “vivimos en una sociedad expulsiva, y hay muchos que están sufriendo un desalojo injusto: los echan a la intemperie. No se tiene lugar en la casa común (…). Las noticias sólo se difunden si acontecen a cierta parte de la sociedad.”
El mundo del trabajo y el empresariado –industrial y agropecuario–confluyeron en el último panel del sábado 24 convocados por la cuestión de “La Amistad Social, el Trabajo y la Producción”. En tanto que el domingo fueron los testimonios muy, muy concretos los que alzaron la voz en el penúltimo panel (el papá de Ángeles Rawson, víctima de femicidio, fue uno de ellos), y “La Amistad Social en los movimientos sociales y en las organizaciones de la sociedad civil” fue el tema del último, que contó con la presencia de Daniel Menéndez de Barrios de Pie y Adela Segarra del Movimiento Evita, entre otros.
Con un mensaje final que fue caja de resonancia de experiencias, trayectos comunitarios, elecciones de vidas públicas y privadas, concluyó la Semana Social 2017 dejando como fruto mayor y bien tangible de cercanía entre hermanos haber posibilitado el encuentro entre los familiares del naufragio del barco pesquero “Repunte” y los ministros Stanley y Triaca, quienes se comprometieron fuertemente con esta causa.
Casi a modo de síntesis, Casaretto, al despedirse de esta cronista, afirmó en la puerta del hotel 13 de Julio: “Los objetivos se cumplieron, planteamos la necesidad de la amistad social entre los argentinos y le hemos dado un espacio de reflexión y escucha a la encíclica Laudato Si’ en nuestra patria”.
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Join discussionEstimada Señora Virgina Bonard, monseñor Casaretto y Amigos,
La “amistad social” debe construirse siempre desde la verdad; que es compromiso de vida para un católico. Pero la verdad, que es la realidad, debe expresarse con estricto rigor científico, cuando sea necesario. Caso contrario, la verdad pasa a ser otra cosa, y hasta podría ser lo contrario.
Ésta introducción viene a referencia de los dichos de monseñor Jorge Casaretto en “la semana social 2017”, a saber:
“¿Quiénes son los enemigos? Los que causan la pobreza..”, dijo Jorge Casaretto. Difícilmente exista algún argentino que no esté de acuerdo con él.
Pero, inmediatamente después, monseñor Casaretto expresa: “Sí, pero Jesús dice que los amemos, pero no hay que permitir estragos, como por ejemplo, que haya 30% de nuevos pobres.”
Pero, yo me pregunto: ¿Quiénes son los enemigos entonces?.
Si monseñor Casaretto hubiera sido estricto con la verdad, debería haber expresado la “verdad estadística” de la pobreza, por ejemplo:
Pobreza en Noroeste Argentino (NOA):
Año 2010 39,9% de pobres
Año 2015 37,6% de pobres
Año 2016 44,4% de pobres
No hay cifras para el 2017, todavía(se teme de que será para peor).
Estos pocentajes son avalados por el prestigio bien ganado del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA.
¿Quién es el enemigo entonces? Con éstos valores expuestos, la respuesta es obvia.
Quizás, “estar a la altura de las circunstancias”, es decir siempre la estricta verdad, aunque ello implique ganarse enemigos. La vida es lucha, aún la de un monseñor. Y en la lucha por ideales, siempre habrá alguien enfrente de uno, a quien hay que desenmascarar con convicción.
Estimado Lucas Varela: Olvidó citar la cifra de desocupación del 2003, que era 14,5%. (dato de chequeado.com a partir del INDEC). ¿Quién es el enemigo entonces, si esa cifra subió a 39,9% en 2010?
Estimada Romina,
Siempre, los enemigos son quienes causan pobreza. La verdad debe decirse siempre, y debemos defenderla con convicción.
Quizás, el tema pobreza fue una de las causas por las cuales el gobierno anterior perdió las elecciones democráticas del 2015.
No hay que dejarse intimidar por el poder, y siempre actuar en favor de la verdad. Lo contrario, ha sido muy dramático y doloroso para la Argentina,