Las dos Argentinas

El panorama económico de la Argentina, según economistas e instituciones especializadas, es desolador: muy alta inflación; importante emisión monetaria y moneda devaluada; reservas del Banco Central en sus niveles más bajos; el sistema bancario menos desarrollado de la región; endeudamiento externo difícil de afrontar; sin crédito internacional; trabas para importar; cepos; control de precios; múltiples impuestos con alta evasión; baja inversión en relación al PBI; insuficientes exportaciones de alto valor; aranceles que perpetúan productos de baja calidad; empleo informal; etcétera. Como resultado, tenemos el mayor índice de pobreza: cuatro de cada diez argentinos lo sufren.

Sin embargo, hay otra Argentina. Registramos el segundo mayor número de unicornios (empresas valuadas en US$ 1.000 millones) de América Latina, en términos absolutos, y el primero medido per cápita. Con el campo, configuran el sector exportador más competente. Nuestros cinco primeros unicornios y sus creadores son: Mercado Libre (Marcos Galperin), Globant (Martín Migoya), Despegar (Roberto Souviron), OLX (Alec Oxenford) y Auth0 (Eugenio Pace, Matías Woloski). En el mundo hay unos 500 unicornios.

En octubre pasado se anunció el sexto unicornio. Creado por Silvina Moschini, convencida según ella indica de “que Internet se ganó un espacio entre los grandes inventos de la historia, como la electricidad o el teléfono”. Por eso en los Estados Unidos, donde vive, la llaman “Miss Internet”. El unicornio que preside, TransparentBusiness, impulsa la transparencia en las contrataciones públicas y privadas para eliminar el fraude. Proyectaba desarrollar en cinco años lo que finalmente hizo en cinco meses, debido al boom tecnológico que provocó la pandemia. En 2019 la empresa estaba valuada en US$ 100 millones; en 2020 su valor se incrementó por diez al servir a miles de personas en más de cien países. Moschini sostiene que Internet deber ser “bueno, bonito y barato, accesible a todo el mundo”. También creó SheWorks, empresa que utiliza tecnologías para dar oportunidades de progreso y desarrollo a las mujeres. Proyecta una tercera empresa para fines de este año. A los seis unicornios mencionados se sumarán en poco tiempo Ualá, Stallogic, Agrofy, Technisys y Etermax. Los anteriores y estos últimos fueron creados por jóvenes emprendedores argentinos, cuando tenían entre 35 y 40 años.

El más importante de nuestros unicornios, Mercado Libre –la mayor empresa del país– cerró su balance 2020 con una facturación de US$ 1.400 millones, que significó un incremento del 111,4% con respecto a 2019. Entre enero y marzo de 2021, más que duplicó su facturación en comparación con el mismo trimestre de 2020. Así elevó su valoración en Wall Street a más de US$ 100.000 millones, récord absoluto en la historia empresarial argentina.

Estos unicornios son la punta de un iceberg, conformado por otras empresas tecnológicas que generaron más de 500.000 puestos de trabajo, con una demanda laboral anual insatisfecha del 20%, pues se exige una formación universitaria específica. De allí que universidades como la UBA, UADE, San Andrés o Austral inauguraran carreras para cubrir dicha demanda.

La Argentina que muestra como figuras ejemplares a dirigentes políticos y sindicales corruptos e ignorantes tiene como contracara a esta otra, protagonizada por una nueva generación impulsora de innovaciones, crecimiento económico y empleos. El Gobierno debería mostrar esta fuerza a los países acreedores, en vez suplicar medidas y plazos propios de una nación derrotada.

Arturo Prins es Director Ejecutivo de la Fundación Sales

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