La re-reelección es un tema que ningún ciudadano responsable puede eludir analizar, porque lo que está en juego no es una política de gobierno sino el respeto a la Constitución Nacional. CRITERIO lo ha hecho en un editorial titulado ¿Un golpe de Estado jurídico? (nº 2213, 26/3/98). Los juristas y los políticos aportan sus opiniones desde la perspectiva que les es propia. Yo quiero aportar la mía desde mi condición de sacerdote y profesor de moral en la Facultad de Teología de la UCA. El propósito que me guía es la defensa moral de la Constitución.
Me corresponde enseñar la Doctrina Social de la Iglesia. Leo y medito la Sagrada Escritura, y celebro la misa. En este clima espiritual algunas palabras resuenan con fuerza. El domingo 13 del tiempo ordinario la oración inicial decía: Dios nuestro… concédenos que no seamos envueltos por las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre en el esplendor de la verdad. La plegaria eucarística V/b: Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando. Juan XXIII decía en 1963: La convivencia civil sólo puede juzgarse ordenada, fructífera y congruente con la dignidad humana si se funda en la verdad (P.T. 35).
Es esta verdad la que hay que proclamar con claridad y firmeza, evitando toda ambigüedad. Miremos el ejemplo de Juan el Bautista. Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener a la mujer de tu hermano (Mc. 6, 17-18). Con todo respeto le digo al Sr. presidente de la Nación, Dr. Carlos Menem: No le es lícito aspirar a un tercer mandato presidencial que la Constitución Nacional prohíbe.
De la mentira
El Diccionario de uso del español de M. Moliner define la mentira como cosa que se dice sabiendo que no es verdad, con intención de que sea creída, y mentir decir cosas que no son verdad, para engañar.
Muchos políticos creen que tienen licencia para mentir. Cuando se le descubrió al Gral. Bussi que no había incluido en su declaración jurada de bienes todo lo que poseía, se defendió ante sus pares militares con el argumento de que había mentido como político, no como militar.
El Dr. Menem ha hecho de la mentira un instrumento de gobierno. Si alguien hiciera el esfuerzo de revisar sus dichos en los últimos años comprobaría que ha dicho cosas que no son verdad, para engañar, multitud de veces. Particularmente en lo relacionado con la reelección, como lo denunciamos en su momento en CRITERIO (cf nº 2115, 8/7/93). Hoy todavía se empeña en hacernos creer que no es él quien aspira a la reelección, sino su partido. No sé si esto es políticamente conveniente para alcanzar su fin, pero una autoridad moral no se erige sobre el engaño. Y una autoridad política es moral o no es más que poder.
El presidente no está solo en el ejercicio de la mentira. Está rodeado de alcahuetes, que según el Diccionario son los encubridores de cualquier maquinación. Entre ellos se destaca quien, habiendo sido miembro de la Corte Suprema y ministro de Justicia, y es profesor universitario, expuso en una carta de lectores una interpretación del texto constitucional que él mismo contribuyó a redactar como convencional constituyente, que merecería un aplazo para cualquier estudiante secundario que lo expusiera en un examen. Cuando se miente con tanto descaro es señal de que el rey está desnudo.
Del perjurio
Perjurio: Acción de jurar en falso o incumplir un juramento. Perjuro: Se aplica al que comete perjurio.
El presidente de la Nación ha jurado observar y hacer observar fielmente la Constitución de la Nación Argentina (art. 93), pero está haciendo todo lo posible desde esa función y la de presidente del partido Justicialista para obtener una modificación de la Constitución -que juró al asumir el cargo en 1995- por caminos no permitidos en la Constitución. En otras palabras, por medios anticonstitucionales. En Argentina querer llegar al poder por medios anticonstitucionales tiene un nombre: es ser golpista. Siempre se asoció el golpismo a los militares y a los civiles que los secundaban. Ahora el golpismo está instalado en algunos sectores de los poderes públicos y en algunos dirigentes del partido mayoritario.
Los legisladores han jurado desempeñar debidamente el cargo, y de obrar en todo en conformidad a lo que prescribe esta Constitución (art.67). Varios de estos legisladores han presentado ante los jueces recursos que, aunque no fueren aceptados, implican la voluntad de violar por vía interpretativa la Constitución que juraron respetar.
¿Y qué decir de los miembros de la Corte Suprema de Justicia? Todos ellos juraron desempeñar sus obligaciones, administrando justicia bien y legalmente, y en conformidad a lo que prescribe la Constitución (art. 112). Deben ser los guardianes de la Constitución que juraron, y su misión es discernir la constitucionalidad de las leyes y decretos. Lo que no pueden hacer sin violar su juramento es pronunciarse sobre la constitucionalidad de la Constitución. Los jueces que así procediesen serían golpistas y perjuros.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: El juramento, cuando es veraz y legítimo, pone de relieve la relación de la palabra humana con la verdad de Dios. El falso juramento invoca a Dios como testigo de una mentira (2151). Es perjuro quien, bajo juramento, hace una promesa que no tiene intención de cumplir, o que, después de haber prometido bajo juramento, no la mantiene. El perjurio constituye una grave falta de respeto al Señor que es dueño de toda palabra (2152). Cuando el juramento es exigido por autoridades civiles ilegítimas, puede ser rehusado (2155).
De la usurpación
Usurpar: Apoderarse una persona… de un derecho que pertenece a otra, o estar disfrutándolo indebidamente.
El derecho del que quiere apoderarse el Dr. Menem, y que no le pertenece, es el de ser candidato a la presidencia de la República en 1999. Ese derecho pertenece a otros: todos los argentinos habilitados por la ley constitucional y electoral. La usurpación no comienza a partir del aleatorio resultado electoral. Al Dr. Menem no le asiste el derecho de ser candidato a presidente, porque así lo dispone la Constitución. Si los jueces de la Corte Suprema lo habilitaran sabríamos todos quiénes mienten, quiénes perjuran, y quiénes son cómplices necesarios de la usurpación. Que gran parte de la ciudadanía crea que es posible que se perpetre un golpe de Estado jurídico es un indicio gravísimo de la hondura de la crisis moral en que nos vemos envueltos. ¿Quién custodia a los custodios?
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Comenzamos evocando un clima espiritual. Jesús, que es la Verdad, nos enseñó que la verdad nos hará libres. Concluyamos con la oración del pasado domingo 15 del tiempo ordinario: Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados, para que puedan volver al camino recto, concede a todos los cristianos que se aparten de todo lo que sea indigno de ese nombre que llevan, y que cumplan lo que ese nombre significa. Nunca es tarde para convertirse de corazón. Aunque se esté en el poder.