El 14 de agosto se realizaron las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas para elegir los candidatos a la elección del 23 de octubre. En comentarios anteriores explicamos cómo cada partido eludió llevar precandidatos presidenciales e impuso sólo uno que lo representara. Decimos “impuso” porque no fue “elegido” por los afiliados, sino por unos pocos dirigentes o por el mismo precandidato.
No abundaron las críticas a este procedimiento, más propio de países como los de la ex Unión Soviética o los dictatoriales de Medio Oriente, que presentaban listas únicas de candidatos oficiales. El 14 de agosto no hubo una elección primaria pues en octubre se presentarán los mismos candidatos.
¿Hay conciencia de lo que esto expresa? En primer lugar, la ausencia de democracia interna en los partidos. Esta práctica inicial, primaria, implica que ante dos o más corrientes de pensamiento o ideas, los afiliados eligen la que consideran que mejor los representa. Si las decisiones, en cambio, son tomadas autocráticamente por unos pocos, ¿qué podrá esperarse de ellos si llegaran al gobierno?
Ya lo vimos en las últimas décadas: reformas constitucionales para dificultar la alternancia en el poder, incorporación del tercer senador, listas sábanas o más recientemente “testimoniales” y “colectoras”, elecciones primarias que no son tales, etcétera; procedimientos todos que se incuban en los mismos partidos. Podríamos decir que tenemos políticos discapacitados o con capacidades limitadas para gobernar en democracia.
Si en un deporte un competidor se autoproclamara ganador simplemente porque no confrontó, no estaría practicando un deporte. Algo análogo ocurre en la política: la posibilidad de ser elegido, de ganar o perder, hace a la esencia del juego democrático. Si los precandidatos radicales Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz se hubieran presentado el 14 de agosto para que la ciudadanía eligiera el candidato, el partido habría salido robustecido.
Si en el peronismo disidente Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá no se hubieran enemistado y autoproclamado precandidatos, el elegido en agosto habría obtenido como mínimo la suma de los votos que lograron separadamente. Si Elisa Carrió no se hubiera aislado y hubiera permitido que la acompañaran otros precandidatos, en consonancia con el nombre de su partido (Coalición Cívica), seguramente no habría perdido tanto.
El Partido Socialista de Hermes Binner, en cambio, con prácticas y procedimientos más democráticos, festejó los votos obtenidos. De partido municipal, llegó a gobernar Santa Fe y ahora construye un frente nacional. El propio Binner rechazó modificar la Constitución provincial para poder ser reelegido gobernador y prefirió la reelección del partido: impulsó a su ministro Antonio Bonfatti cuando el socialismo realizó elecciones internas, y fue luego gobernador electo. Binner transita la política con “un proyecto a largo plazo”, como suele decir: fue concejal, intendente, diputado nacional, gobernador y ahora candidato a presidente. Paradójicamente, por lo apresurado de su decisión de ser candidato, no cumplió el proceso interno de que los afiliados lo nominen. Una asignatura pendiente.
La mitad del electorado votó en agosto por la continuidad política y económica. La otra mitad pareciera haber orientado su voto según la calidad institucional de los partidos opositores.
El 14 de agosto se realizaron las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas para elegir los candidatos a la elección del 23 de octubre. En comentarios anteriores explicamos cómo cada partido eludió llevar precandidatos presidenciales e impuso sólo uno que lo representara. Decimos “impuso” porque no fue “elegido” por los afiliados, sino por unos pocos dirigentes o por el mismo precandidato.
No abundaron las críticas a este procedimiento, más propio de países como los de la ex Unión Soviética o los dictatoriales de Medio Oriente, que presentaban listas únicas de candidatos oficiales. El 14 de agosto no hubo una elección primaria pues en octubre se presentarán los mismos candidatos.
¿Hay conciencia de lo que esto expresa? En primer lugar, la ausencia de democracia interna en los partidos. Esta práctica inicial, primaria, implica que ante dos o más corrientes de pensamiento o ideas, los afiliados eligen la que consideran que mejor los representa. Si las decisiones, en cambio, son tomadas autocráticamente por unos pocos, ¿qué podrá esperarse de ellos si llegaran al gobierno?
Ya lo vimos en las últimas décadas: reformas constitucionales para dificultar la alternancia en el poder, incorporación del tercer senador, listas sábanas o más recientemente “testimoniales” y “colectoras”, elecciones primarias que no son tales, etcétera; procedimientos todos que se incuban en los mismos partidos. Podríamos decir que tenemos políticos discapacitados o con capacidades limitadas para gobernar en democracia.
Si en un deporte un competidor se autoproclamara ganador simplemente porque no confrontó, no estaría practicando un deporte. Algo análogo ocurre en la política: la posibilidad de ser elegido, de ganar o perder, hace a la esencia del juego democrático. Si los precandidatos radicales Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz se hubieran presentado el 14 de agosto para que la ciudadanía eligiera el candidato, el partido habría salido robustecido.
Si en el peronismo disidente Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá no se hubieran
enemistado y autoproclamado precandidatos, el elegido en agosto habría obtenido como mínimo la suma de los votos que lograron separadamente. Si Elisa Carrió no se hubiera aislado y hubiera permitido que la acompañaran otros precandidatos, en consonancia con el nombre de su partido (Coalición Cívica), seguramente no habría perdido tanto.
El Partido Socialista de Hermes Binner, en cambio, con prácticas y procedimientos más democráticos, festejó los votos obtenidos. De partido municipal, llegó a gobernar Santa Fe y ahora construye un frente nacional. El propio Binner rechazó modificar la Constitución provincial para poder ser reelegido gobernador y prefirió la reelección del partido: impulsó a su ministro Antonio Bonfatti cuando el socialismo realizó elecciones internas, y fue luego gobernador electo. Binner transita la política con “un proyecto a largo plazo”, como suele decir: fue concejal, intendente, diputado nacional, gobernador y ahora candidato a presidente. Paradójicamente, por lo apresurado de su decisión de ser candidato, no cumplió el proceso interno de que los afiliados lo nominen. Una asignatura pendiente.
La mitad del electorado votó en agosto por la continuidad política y económica. La otra mitad pareciera haber orientado su voto según la calidad institucional de los partidos opositores.
11 Readers Commented
Join discussionHay un grupo minoritario en nuestra sociedad que cree tener “La Verdad” guardada en un frasquito, que la inmensa mayoría no alcanza a ver. Creen, por ejemplo, que el 90% de los argentinos somos tarados que no vemos o corruptos que toleramos la baja “calidad institucional” porque… ¡no votamos a Binner! El mes pasado nos movió la “emotividad” y disimulamos por conveniencia la “percepción de la corrupción, el desorden, el despilfarro, la mentira y el abuso institucional”…..
Ellos ni siquiera se plantean escuchar el mensaje de la gente. Tan cerrada es su visión que no son capaces de ver nada fuera de lo que su odio a este gobierno les dicta, carecen de matices: “TODO es un desastre”. Desde una posición de superioridad, elitista y a menudo paternalista, no comprenden como lo que es obvio para ellos pueda no serlo para los demás. Están llenos de violencia, su declamado ardor republicano por el consenso y el diálogo no son reales, todo el desborde de adjetivos, de descalificación y agresión lo demuestra claramente.
Dice el Diccionario de la Lengua Española “Líder: Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora.” Dentro del FPV nadie tuvo ninguna duda quién es la líder y nunca hubo candidatos alternativos, a nadie le llamó la atención que Cristina Fernandez de Kirchner fuera la candidata.
Nada comparable a lo que ocurrió con la oposición, que terminó confluyendo en alianzas y frentes que ni siquiera se sostuvieron una vez terminadas las primarias porque nunca tuvieron líderes y se agotan en peleas personales. Ahora solo para conseguir algún retazo de poder.
¿Que siente un griego hoy día? Miedo, mucho miedo. A perder su trabajo, a no tener atención para su salud, a no tener educación para sus hijos ni protección en su vejez, a terminar tirado en la calle.
¿Que siente un francés? Exactamente lo mismo. Cuando se los preguntaron, el 48% de los franceses piensa que «es posible que alguna vez yo tenga que vivir en la calle».
¿Y un norteamericano, español, israelí, italiano, portugués….. ? Igual, lo mismo. Vea a los indignados de Wall Street y lea a Krugman deciendo que tienen razón y que «Wall Street es una fuerza destructiva, económica y políticamente». (http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4486)
Quedarse sin trabajo no es broma: por allá, en promedio, lleva casi un año conseguir uno equivalente, siempre que uno sea joven y esté bien calificado. Mientras tanto ni los chicos dejan de comer, ni las cuotas de los préstamos, ni los alquileres se suspenden y hay que seguir viviendo todos los días. Ni hablar de problemas de salud.
De modo que, ahora mirando la Argentina, no es tan difícil comprender los resultados de las primarias.
Criterio dice que hay más bienestar y protección para todos. Al crecer el empleo, mejorar la salud, la educación y ampliar la protección social para niños, embarazadas y jubilados, el miedo se redujo y el resultado lo vimos todos el mes pasado.
Porque en Argentina es el pasado lo que nos da miedo.
Los medios siguen esforzándose por generar miedo, cada minuto hay una nube más negra sobre el horizonte, siempre a punto de descargarse sobre nosotros. Ahora vuelven los pronosticadores y pronosticadoras de apocalipsis con sus ceños fruncidos para prevenirnos sobre el desgraciado futuro que nos espera a la vuelta de la esquina.
Pero en Argentina preferimos seguir adelante por un camino que sabemos tendrá baches pero no repetirá la misma historia, una vez más.
Hagamos memoria y el 23 de Octubre pensemos que nos da más miedo, si el pasado o el futuro.
El problema es la baja calidad institucional conque se procedió. Si compara a Cristina Kirchner con Hillary Clinton, cuyo marido también fue presidente, tuvo que esperar que pasara la presidencia de George Bush, e ir a internas que perdió. No llegó a ser presidenta. Pero su marido no la nombró su sucesora a dedo, como ocurrió en la Argentina con Cristina Kirchner.
El autor describe bien lo que pasó con los restantes candidatos. Un caso aparte es, como bien lo señala, Hermes Binner. Santa Fe tuvo internas, boleta única, sin denuncias de ningún tipo, no se reformó la constitución para que el gobernador fuera reelecto, etc. etc. Faltó en razón de los acontecimientos (no había más tiempo) la interna para su postulación presidencial.
A mi criterio, las alianzas, o frentes, son buenos porque evitan la fragmentación. En países vecinos funcionó. También en S.Fe, excepto por algunos tropiezos luego de que R.Alfonsin alterara las reglas pretendiendo que Binner fuera su vice, con la trayectoria y liderazgo que tiene, y sobre todo con su alianza con De Narváez cuyos resultados son de público conocimiento.,Y que los propios electores, no sólo Binner, sino los propios electores entre los que me cuento, no hubiéramos aceptado.
Por lo demás, SFe. tuvo internas a nivel de las elecciones provinciales, no se reformó la constitución para que el gobernador fuera reelecto, porque el socialismo es partidario de la alternancia. Se votó con boleta única, sin denuncias de ningún tipo.
Las raras alquimias (candidaturas testimoniales, las colectoras, las listas sábana, etc.) llevan la
patente k. La boleta única elimina el problema de las listas sábana por eso la presidenta no la quiere.
Pero un punto y aparte merece el comportamiento de los afiliados. Dos comentarios me preceden en esta página, pertenecen al Sr.Lafosse, que ha elaborado una actitud crítica a Binner y oposición a mí, porque somos opositores. El problema está en primer lugar, a juzgar por los argumentos que propone, que no sabe lo que es calidad institucional. Del mismo modo buscó como es el sistema previsional de SFE pero no lo entendió. El considedera un mérito el poder hegemónico de la presidenta. A la inversa, uno tiembla, y espera que tenga fortaleza para llevar adelante su próxima presidencia, que es previsible logrará, porque fuera de ella el kirchnerismo no tendría un sucesor claro, definido, y sobrevendría la lucha por el poder en el interior de su propia fuerza política, con consecuencias previsibles para el país.
Prof. María Teresa Rearte
Lo patético del conjunto del arco k, es que no entienden ni nunca entenderán el valor de la libertad, inherente por naturaleza al hombre. Y la salud que aporta a la vida político-institucional de un país.
No se debe desestimar el tema de esta nota. A propósito del liderazgo de CFK, quiero citar a Alberdi, cuando indagando sobre los fundamentos filosóficos del derecho, esto decía: «Hemos pedido, pues, a la filosofía una explicación del vigor gigantesco del poder actual: la hemos encontrado en su carácter altamente representativo.» Alberdi lo decía a propósito de Rosas.
Considerando el caudal de votos obtenido por la presidenta en las primarias, se puede inferir el que podría alcanzar el próximo 23. No puedo dejar de preguntarme: ¿es la nuestra una democracia representativa? O siguiendo la distinción de G.O Donnell, a partir de observaciones realizadas en regímenes de democracias débiles de A.Latina, ¿preguntarme si estamos ante un caso de democracia delegativa? Las características de esta última, muy sintéticamente expuesta son: acumulación de un enorme poder, que los lleva a subordinar o eliminar los controles institucionales; cooptar a quienes puedan significar un obstáculo en sus propósitos; rodearse de colaboradores en los que los «valores» determinantes son la «lealtad» y subordinación al líder.
Pienso que en alguna medida somos, a través del voto, responsables de la calidad institucional del país. El tiempo apremia. No tenemos, a mi criterio, mucho para elegir en el espectro opositor. Aunque sí aclaro que respeto las posiciones de otros. Es verdad que Hermes Binner y yo somos comprovincianos. Pero otros comprovincianos estuvieron y están alineados con el gobierno nacional y no he adherido ni adheriría a ellos.
Sin rodeos, me sumo a quienes como es de público conocimiento expresaron su opción por el Dr. Binner, porque tiene un programa de gobierno, probada y larga gestión pública, una actitud de diálogo con todas las fuerzas políticas y dirigenciales en general, probada honestidad a lo largo de su actuación sin una sola denuncia por corrupción.
Es el único opositor en la «mira» del gobierno nacional. Por algo el maltrato hacia el gobernador y la provincia (deudas que la Nación no ha pagado, no obstante las presentaciones ante la C:S.de Justicia) Por algo los viajes y visitas para inauguraciones de la presidenta a la provincia, incluso de obras que su gobierno no realiza. Por algo el reparto de electrodomésticos, colchones, etc. etc. Por algo incluso los candidatos opositores han lanzado acusaciones falsas contra el Dr.Binner tratando de confundir al electorado.(Carrió, Alfonsin)
Tenemos un país con provincias casi en su totalidad alineadas con el gobierno central. Es el futuro económico, laboral, etc. el que está en juego. Pero lo es también el futuro político. Son las libertades públicas, ciudadanas.
Soy coherente con mis convicciones éticas, religiosas, políticas.No quiero quedarme mirando sólo como se votó. Sino esperar un cambio de actitud en los electores. Yo persistiré en la opción que ya vengo realizando en mi provincia por H.Binner, si bien no soy afiliada al socialismo. Tampoco al radicalismo. Y no tengo la menor afinidad con el justicialismo. Menos con el gobierno k.
Un cordial saludo.
Prof. María Teresa Rearte
Aporto dos datos para que, si algún lector/a está interesado/a en conocer, sepa lo siguiente porque tiene que ver con la calidad institucional del gobierno nacional.
1.- La Nación le debe a la Caja de Jubilaciones de la Provincia de S.Fe, que no pasó a la Nación y abona el 82% a la mayoría de sus jubilados, la suma de 1.700.- millones de pesos.
2- La Nación todos los meses le detrae a Santa Fe el 15% que le corresponde por la coparticipación federal. Por supuesto, es una injusticia.
Necesitamos legisladores del Frente Amplio Progresista liderado por Hermes Binner, para que defiendan los intereses de S.Fe en el Congreso de la Nación. Los legisladores del Frente para la Victoria, aunque son santafesinos, no defienden los intereses de su Provincia.
Los lectores/comentaristas de este espacio podrán sacar sus propias conclusiones.
Gracias por su amabilidad en prestar atención a esta información sobre la Provincia de Santa Fe. Y por qué reclamamos por el federalismo. Atentamente.
Prof. María Teresa Rearte
El partido justicialista,SI hizo una INTERNA,entre Fernández de Kirchner,Duhalde y Rodríguez Saa,la UCR histórica entre Alfonsín y Carrió,la izquierda entre Binner Argumedo y Altamira.en provincia de Buenos Aires, entre Scioli y Sabatella,la derecha entre Amadeo y De Narváez,el PJ entre los 4.Y en las provincias e intendencias hubo cientos de internas.
Lamentablemente tendremos 4 años mas de corruptos al poder!!!!!!! es lo nos puede pasar tener gente y el calidad de mayoria con tal grado de ignorancia capaz de votar a esa mujer, un país tan bello y con tanta delincuencia lamentable.
Yo soñé con un país con cultura, trabajo digno, no con planes que solo fomentan la vagancia y la delincuencia; eso es lo que heredamos del general Perón, que sembró distancimiento, resentimiento y todo lo que genera la dadiva del gobierno pero mientras haya gente sin valores estaremos así. Qué bueno sería que hubieran muchos DR ILLIA R R ALFONSIN BALBIN ETC
TRISTE VER DESTRUIRSE A MI PAIS A MI GENTE AL HONOR Y AMOR DE SER ARGENTINOS. CONFIESO QUE ME DA UN POCO DE MIEDO EXPRESAR MIS IDEAS X QUE NI SIQUIERA ES UNA VERDADERA DEMOCRACIA
No comparto la idea del voto calificado. El diagnóstico acerca de los votos obtenidos por la presidenta no es sencillo. No todos los pobres son delincuentes. Hay personas con instrucción, incluso con educación terciaria y universitaria que votaron por este gobierno. Piénsese incluso en el caso de los intelectuales de Carta Abierta. Hay personas de condición humilde, honestas, laboriosas, que no votaron por la presidenta. Pienso que los subsidios que tienen una finalidad social son necesarios, en tanto persistan las condiciones sociales que les dieron origen. Con lo que hay que terminar es con los subsidios a empresas.
La oposición tiene su parte de responsabilidad. La tienen los radicales, la tiene el partido y la tiene Ricardo Alfonsin, que deberían hacer su autocrítica. Pero no la harán. Se lo impide la soberbia que los caracteriza. Tienen responsabilidad los dirigentes que hicieron campaña descalificando, hostilizando, subestimando al gobierno y a los votantes. Es suficiente constatar los votos obtenidos por la Dra.Carrió. Un caso testigo es el de M.Llambías, dirigente agropecuario y miembro de la Mesa de Enlace, que fue candidato de la CC, en plena zona agropecuaria. Y obtuvo una mínima adhesión, en tanto el electorado votó por el candidato del gobierno. ¿No tendría la Dra.Carrió que hacer una autocrítica, y poner sus talentos, que los tiene, al servicio de mejor causa que andar permanentemente acusando, descalificando, etc.? ¿No toma conciencia de su equivocada manera de hacer política?
Comparto el sentimiento de tristeza que embarga a muchos argentinos, que apuestan por la educación, el trabajo, los valores. Y rechazan la «cultura de la dádiva», la corrupción, la falta de respeto por las instituciones, en fin, que quienes votaron por el gobierno parecen no ver. O no importarles. Es suficiente con observar el mapa post-electoral de los gobiernos de provincia para darse cuenta de la grave situación del país. Vivo en una provincia no alineada con el «unitarismo» implementado por la Sra. Presidenta. Adherí y seguiré apoyando al Frente Amplio Progresista, el espacio político abierto y liderado por el Dr. Hermes Binner. Conozco y valoro su gestión. Su honestidad. Pienso que es el momento de terminar con el bipartidismo (peronismo-radicalismo) y abrirse a nuevas ideas que pueden significar una esperanza para el país. Uno tiene derecho a entristecerse un poco. Pero después hay que seguir adelante. Y apoyar lo nuevo. Aprender lo que es el federalismo. Gracias.
Prof. María Teresa Rearte
LA POLITiQUERIA EL MAL DE TODOS LOS PUEBLOS,
Verdad y libertad. He aquí un necesario vínculo para la renovación de la vida social y política.
Cuánto se lo percibe en este momento.
María Teresa Rearte
El intento fallido por sacar un primer dictamen favorable para una ley de aborto, la forma como se procedió, es la clara muestra de la falta de calidad institucional no sólo en el oficialismo. Ni tan sólo en el P.Ejecutivo nacional y de gobiernos de provincia. SIno en el mismo Congreso de la Nación. Y en diputados opositores, que en sesiones maratónicas pretenden sacar adelante una ley que, de concretarse, requiere un estudio serio y responsable.
Tampoco se puede invocar que están actuando en nombre del pueblo, porque el pueblo no ha sido consultado. Y los diputados actualmente en funciones no se definieron, cuando debían hacerlo, sobre el tema. Por lo tanto, no nos representan.
Escuchando a la diputada Cecilia Merchan, una de las diputadas que está motorizando el proyecto, se revela como una persona de pensamiento débil, lábil, muy propio aún sin saberlo ni definirse como tal, del pensamiento posmoderno. Hasta un agnóstico como el Dr. Tabaré Vázquez, ex presidente de Uruguay, se fundamentó en las conclusiones de la ciencia para saber que hay vida humana desde la concepción. Un dato objetivo. Y vetar la ley de aborto en su país.
Las posiciones de estas legisladoras son subjetivas, reivindicativas de una concepción de la mujer, que tienen ellas. Y puede ser que otras mujeres las compartan. Pero no pueden atribuirlas a todas, porque es totalmente falso.
Además, se ha silenciado todo lo referente a la vida del hijo. Y se ha silenciado la responsabilidad del varón. Incluso los diputados varones deben hacerse cargo que la paternidad involucra a las mujeres y los varones. No es un tema exclusivo de ellas. Lo que pasa es que con frecuencia los varones no asumen la paternidad. Pero ese es un déficit de la cultura. No un parámetro que haya que seguir conservando. Etc. etc.
Por lo tanto, la baja calidad institucional no es privativa del oficialismo. Ni del PE. Sino del mismo Congreso de la Nación. De las fuerzas opositoras, de las cuales esperamos una cuota de racionalidad y responsabilidad. Y una no menor dosis de sinceridad. De lo contrario, seguiremos actuando con una acotada calidad institucional, no sólo al momento de votar, sino también en otras instancias de la vida político-institucional.
Gracias. Respetuosamente.
Prof. María Teresa Rearte