Al despertar, el reciente disco de Mercedes Sosa, es una muestra clara de música popular. A lo largo de sus 17 temas se escuchan chacareras, zambas, chamamés, aires de carnaval y alguna que otra canción. En esa variedad de estilos se conjugan conocidos temas del folclore con otros más nuevos. Entre los primeros están “Pueblero de allá ité” de Pocho Roch, “Zamba por vos” de Alfredo Zitarrosa, o “Agitando pañuelos” de los Hermanos Ábalos. Y entre los segundos, por ejemplo: “Indulto”, una sentida canción de Alejandro Lerner, y “Almas en el viento” de Popi Spotoco. Es sabido que Mercedes Sosa puede agrupar en un mismo trabajo piezas muy diferentes entre sí, pero que en su interpretación no connotan contradicción sino que encuentran una inesperada relación.

 

Este CD contó con la participación, en producción y dirección y arreglos, del “Chango” Farías Gómez, más la presencia de Nicolás “Colacho” Brizuela y Osvaldo Montes. El aporte de estos músicos se percibe en el disco. En efecto, se advierte un trabajo preciso y serio en la dirección musical. Los arreglos tienen la mesura (o la desmesura) propia para cada tema. No hay improvisaciones.

 

La voz de Mercedes se oye segura; interpreta los temas con esa profundidad que sólo su canto alcanza, como si la enfermedad que sufrió meses atrás fuera solamente un lejano recuerdo. Da la impresión de que “la Negra” sabe encontrar la esencia de cada tema. Si a ello se suma la prolijidad musical, el resultado no puede ser mejor. Nada sobra en estas canciones.

 

En 1997, la tucumana grabó uno de los mejores discos del año: Alta Fidelidad, con Charly García. Allí le rindió homenaje cantando sus temas en un CD ajeno al folclore –lo que no quiere decir que no pertenezcan a la música popular– y más cercano al pop-rock. Sosa acertó con la sensibilidad que cada tema requería, es decir, adueñándose del pop como si hubiera sido éste el género que le dio popularidad. Ahora, después de ese proyecto arriesgado y bien logrado, presenta Al despertar, un disco tan íntimo como Alta fidelidad, pero donde vuelve al folclore. La versión de “Pueblero de allá ité”, que tiene arreglos de cuerdas y pareciera despegarse del estilo litoraleño, adquiere un clima especial, y el canto de Mercedes Sosa es, por momentos, un susurro. También “Bajo el sauce solo” de Manuel Castilla y Rolando “Chivo” Valladares, donde el acompañamiento de guitarra y bajo electroacústico de monte le dan el sostén necesario al reposado andar de la zamba. Y si de intimidad se trata, el tema de Peteco Carabajal que le da título al CD habla por sí mismo.

 

Al despertar tiene la particularidad de unir no sólo temas legendarios y nuevos, sino también sensaciones de tiempos y lugares diferentes. Por ejemplo, “Indulto” con “Del tiempo de mi niñez”. Letra y música de cada uno describen historias muy distintas, pero en el disco encuentran una relación.

 

Al despertar trae consigo música popular, preocupación por lo que fue y lo que hay. Y también buenas canciones, claro.

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