Con el fin de sistematizar y compartir la experiencia vivida en el seno de su propia familia, Inés O. de Lanús, directora del Centro de Espiritualidad Santa María, casada y madre de 8 hijos, pone a disposición de sus lectores esta Guía Práctica, emulando lo que en su hogar constituyen las asambleas familiares.

 

Se trata de encuentros desarrollados con cierta periodicidad, que varía según la necesidad de cada familia (una vez por mes o cada dos o tres meses), y que se realizan con el objetivo de que los miembros que componen el grupo aprendan a conocerse y aceptarse entre sí. Las asambleas tienen por finalidad que los miembros crezcan en el servicio y la ayuda mutua aprendiendo cada uno a entregarse sin reservas.

 

La familia constituye la escuela básica de amor, la pequeña iglesia doméstica donde ejercitamos de manera privilegiada nuestro sacerdocio bautismal.

 

La metodología de las asambleas familiares es sencilla. Una semana antes de realizar el encuentro, la autora propone que los padres distribuyan entre sus hijos un cuestionario con una temática específica (sugiere, entre otras: El árbol genealógico, Percibiendo los sentidos externos e internos, Conociéndonos, Nuestras necesidades, Ayudándonos, Comunicándonos, Aceptándonos). Los cuestionarios o MPEC (Me Pregunto, Escribo y Comparto ) contienen preguntas referentes a la relación del individuo consigo mismo, con sus familiares y con Dios. Cada cuestionario se encuentra desglosado en el libro. Estas preguntas, según la autora, ayudan a que cada miembro tome conciencia de lo que está viviendo. Lo ideal es que cada uno responda al cuestionario por escrito antes del encuentro.

 

El día en que se celebra la asamblea se reza una oración inicial para invocar a Dios y en seguida se procede a lo que la autora denomina la compartida. Estos minutos centrales de la reunión están dedicados a que cada integrante comparta lo que desee de lo que ha escrito con anterioridad, expresando sus sentimientos sobre alguna situación vivida, o sobre los demás miembros de su familia (los aspectos positivos y las dificultades de la relación con cada uno de ellos). Inés subraya el espíritu fraterno, cordial, confidencial y espontáneo que deben caracterizar estos encuentros. Se pueden desarrollar asambleas sin un tema preparado con anterioridad.

 

La compartida se realiza entonces recorriendo la triple relación de cada miembro. Se lleva a cabo, además, desde el plano mental, emocional, volitivo, físico y espiritual.

 

“El conocer lo que nos está pasando nos ayuda a comprendernos y a amarnos más. Decir lo que sentimos nos ayuda a construir nuestra comunidad familiar. Tenemos que perder el miedo a entregarnos, a compartirnos, pues lo que decimos en un clima de amor y respeto, aunque sea doloroso, es constructivo. Lo que no decimos puede, al pasar el tiempo, quedarse aprisionado, y por lo tanto distanciarnos y dificultar nuestro diálogo y nuestra entrega”, reflexiona la autora.

 

Esta obra, que figura entre las dos más vendidas por Paulinas en la última Feria del Libro de Buenos Aires, puede constituir una novedosa y dinámica herramienta para acrecentar el diálogo sincero y la unidad familiar.

1 Readers Commented

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  1. mariano on 24 junio, 2013

    muy útil y necesario

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