Tomaremos tres temas que nos sugieren el prolijo y valioso trabajo de Isabel De Ruschi sobre el origen de Criterio.

 

El primero, los objetivos. Mostrar los valores cristianos a la altura del propio tiempo, como diría Ortega. Había una explícita voluntad de que la revista tuviera un sello cristiano. Criterio había de ser una revista de actualidad y cultura, que no repitiera lo que ofrecían los otros periódicos y revistas, bien descriptos, por otra parte, por la autora en un capítulo expresamente dedicado a ellos. Con lenguaje de hoy, diríamos que la revista aspiraba a ser, ya en su origen, un lugar de diálogo entre fe y cultura.

 

En este sentido, es interesante ver que, más allá del grupo de los Cursos de Cultura Católica, colaboran en la primera época de Criterio hombres ya destacados de nuestro medio cultural, como Borges, Mallea y Molinari; y del exterior, hombres como Chesterton, Papini, Ghéon y Maritain.

 

Prolongando esta línea, es preciso destacar la voluntad explícita de diálogo con el lector que tenía la revista, de tal manera que cada número fuera una convocatoria a este diálogo.

 

Segundo tema: como los Cursos de Cultura, Criterio es una empresa primariamente pensada y realizada por laicos. Esta madurez de un laicado preocupado por dar las “razones de su esperanza” a los lectores es un rasgo que merece ser considerado con atención, y que la autora muestra con acierto.

 

Para aceptar la dirección, Atilio Dell’ Oro pide que se garantice la independencia total del periódico, salvo en lo referente al dogma y a la moral conforme al derecho de la Iglesia (p. 76).

 

Sin ninguna voluntad de tensión dialéctica de oposición entre el laicado y la jerarquía, como las que hemos vivido luego, se advierte una afirmación positiva del lugar del laico que muestra una conciencia de Iglesia, que reviste un gran interés y que merecería ser profundizado en una perspectiva que plasma finalmente en aquel fruto maduro que fue el Vaticano II.

 

Aquellos cristianos del primer Criterio, sin saberlo, vivieron una experiencia de Iglesia que anticipó en tantos aspectos al Vaticano II. Fue una experiencia genuinamente laical y diversa, en su relación y vivencia eclesiales, a lo que luego sería la Acción Católica, valiosa sin duda por otros motivos y originada en otras fronteras.

 

Tercer tema. Muy bien evocado por Isabel De Ruschi, nos parece que en el grupo fundador se destaca un trío que merece ser aquí recordado.

 

Comencemos por César E. Pico, médico y filósofo, con su notable estilo pedagógico-socrático, su apertura a la estética, su gusto por pintar (y pintar bien), su amor a la poesía, su simpatía desbordante.

 

Sigamos por Tomás Casares, juez y filósofo, profesor de historia de la filosofía medieval en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires y luego en la Universidad Católica.

 

Concluyamos con Dell’ Oro, el realizador, el alma del primer Criterio. Hombre de gran cultura, abogado que atendía su estudio, profesor de derecho marítimo. Preocupado también por la estructura económica de la revista, capaz de convocar a Rómulo Ayerza, a Tomás Cullen y a Leonardo Pereyra en el directorio de la Editorial Surgo, Dell’ Oro es el verdadero fundador de Criterio, e inspirador de otras iniciativas, como los Cursos, el Ateneo de la Juventud, y tantas otras realizaciones desde las que sirvió al país y a la Iglesia, hasta finalmente trabajar en la presidencia de la Unesco.

 

Junto a los tres, cabe recordar a Dondo, a Medrano y a Juan Antonio Spottorno, quien colaboró eficazmente en el diseño de la revista.

 

***

El libro de Isabel De Ruschi describe con brillo el nacimiento de Criterio, en el medio cultural y periodístico de mediados de la década del veinte.

 

Para quienes trabajamos en Criterio de los noventa, el libro nos pone en contacto con los orígenes fundantes de la revista, lo cual invita a repensar el presente en fidelidad y actualización o aggiornamento, en un mundo y una Iglesia muy distintos, siguiendo la divisa de la doble fidelidad de Pablo VI: fidelidad al evangelio y fidelidad al mundo.

No hay comentarios.

¿ QUIERE DEJAR UN COMENTARIO ?