mendiola-libroEn su libro Dios en la Plaza Pública. El pensamiento de Joseph Ratzinger y la sociedad actual, Jorge Castro se refiere a la Doctrina Social de la Iglesia en el siglo XXI, entre otros temas.

Al iniciar la escritura de esta recensión, Benedicto XVI dejó atónito con su renuncia a casi todo el mundo. Me incluyo. Sólo muy pocos no se sorprendieron. Quedé perplejo: ¿Debía escribir algo distinto de lo escrito hasta entonces?  Salvo estas dos líneas, la respuesta fue: No. En realidad, la extraordinaria decisión del Papa valorizó este trabajo de Jorge Castro, al agregarle perspectivas y reflexiones que sin la renuncia hubieran podido quedar ocultos o no considerados.

El autor intenta reflexiones en asuntos que no son con los que habitualmente trabaja y que lo distinguen en nuestro país y también fuera de él. De manera muy concisa y sintética, lo cual es siempre loable, se abordan aspectos filosóficos y hasta teológicos que están en el núcleo, la médula de las cuestiones tratadas. También hay que decir que el tema del libro – Dios en la plaza pública– ha sido muy poco abordado en nuestro medio. En Europa, en Norte América, en cambio, es uno de los más atendidos. Escribirlo aquí, por ende, es otro valor agregado.

Castro comienza por analizar la concepción de la fe en Joseph Ratzinger. En ese primer capítulo, se refiere a cómo el ahora Papa emérito ha pensado acerca de la famosa Escuela de Frankfurt, de Teilhard de Chardin, Romano Guardini, Georg Hegel y Carl Schmitt, por nombrar los más relevantes. ¿Cuánto tiempo ha pasado sin referencias a ellos? Fuera de los nombres de la escuela de Frankfurt y de Hegel –también de Schmitt, en los últimos años estudiados desde nuevas perspectivas– Guardini y Teilhard fueron casi archivados. Una pena. Castro tiene un mérito adicional al regresarlos al primer plano, del que nunca debieron salir. La bibliografía consultada y sugerida es otro crédito de este trabajo, dado que pone al lector en contacto con nombres y obras, sin duda relevantes en su tiempo, que conservan hoy el valor de clásicos.

Sin desmerecer para nada capítulo alguno, creo que el más relevante de su tesis es el tercero. Allí se centra el argumento que justifica todo el trabajo de Castro. Hay puntos bien explícitos: la creación de una autoridad política mundial; esa frase liminar, “Dios ha vuelto”, que auspicia el renacer de lo religioso en este inicio del siglo XXI, y la debida inclusión de Nietzsche como antecedente de esta reflexión. Aún más: el centro mismo de la médula, si se permite la expresión, es el que Castro llama “la Encarnación como proceso histórico”. Desde allí el autor se refiere a la misión de la Iglesia en nuestro siglo y la actualidad de su Doctrina Social. La obra se completa con temas de plena actualidad, como la visita de Benedicto XVI a Cuba, la conversión de China, la unidad del hemisferio americano y el catolicismo estadounidense. El último capítulo, sobre las prioridades de la Iglesia en nuestro país, completa un trabajo que será útil a quien lo lea.

Acerca de todo esto me permito un par de sugerencias. La primera es que el autor podría volver sobre estos temas, esenciales en el orden internacional, dentro de no mucho tiempo, cuando se vean los primeros actos del futuro nuevo papado. Sería una buena segunda parte. La segunda, no es para él, sino para otros: seguir el ejemplo de Castro de abordar temas de ésta relevancia. Y hacerlo sin temor, sin prevenciones, sin ataduras. En suma: Sine ira et studio. Le va a hacer mucho bien al debate de ideas en nuestro país. Lo necesitamos.

1 Readers Commented

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  1. Carlos Fuentes Rocha on 3 junio, 2013

    Quisiera me indique donde poder comprar un ejemplar del libro de Jorge Castro ó la editorial que lo publica:

    Muchas gracias

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