Sobre La lista de Bergoglio: Los salvados por Francisco durante la dictadura. Una historia no contada, de Nelio Scavo (Buenos Aires, 2013, Editorial Claretiana).
A poco de cumplirse un año de la elección del papa Francisco la cantidad de libros que han aparecido desde allí hasta la fecha es innumerable (basta con echar un vistazo a los primeros anaqueles de las grandes librerías del país) como dispar su calidad. Es que la mayoría de esta cuantiosa y apresurada producción bibliográfica abreva principalmente en biografías sin brillo como en textos de tinte apologético que poco aportan a un conocimiento histórico riguroso del otrora provincial de los jesuitas argentinos, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina. En todo caso lo que sí es digno de señalarse es el cambio de tendencia respecto al escaso material existente hasta marzo de 2013 y que se reducía a los libros de Horacio Verbitsky, de Olga Wormat y de algunos otros que también estaban convencidos de que tenían “pruebas” suficientes para demostrar la connivencia de Jorge Bergoglio con la dictadura militar hasta el extremo de “entregar” a los religiosos Compañía de Jesús, Orlando Yorio y Francisco Jalics, a la ESMA, a mediados de 1976.
Ha corrido mucha agua bajo el puente desde aquellos días y ahora la versión oficial del actual pontífice, transmitida a modo de entrevista a los periodistas Sergio Rubín de Clarín y Francesca Ambogetti, como respuesta a la disputatio con el periodista del diario oficialista Página 12, parece haber comenzado a ganar la batalla de las memorias sobre su rol durante los “años de plomo”. En esta línea laudatoria de Francisco se inscriben las recientes publicaciones en español del libro de la periodista italiana Elisabetta Piqué (Francisco, vida y revolución), corresponsal de La Nación en Roma –
ya reseñado en Criterio– y la del periodista italiano del Avvenire Nello Scavo.
En el caso que nos interesa, no hay lugar para el análisis algo más prolijo y equilibrado de Piqué –quien hace explícita su amistad personal con Bergoglio–, porque sólo lo testimonial cuenta y no se trata de recuperar voces mínimamente críticas sino sólo las de aquellos que nunca habían hablado, las de aquellos cuyos dichos le sirven a Scavo para desarmar el cúmulo de difamaciones que injustamente se habrían difundido sobre el “padre Jorge”.
La accesible y rápida lectura del libro denotan aquí la escritura presurosa de un periodista convencido a priori de lo que quería demostrar a los lectores italianos primero y ahora de habla hispana. Y para ello le alcanzó con un modelo conocido y exitoso. Si no, cómo se explica haber elegido un título que remite inmediatamente a la película de Steven Spielberg: La lista de Schindler, aquel ambiguo personaje que alcanzó a redimirse a tiempo de sus complicidades con el régimen nazi salvando a poco más de mil judíos de los campos de concentración. ¿A cuántos habría salvado Bergoglio? Aquí no importan tampoco cifras que no pueden demostrarse pero se insinúa que fueron muchos a partir de lo que dicen personas que creen estar en deuda con Francisco. Paradojalmente, es la transcripción del interrogatorio al ex cardenal Bergolio en la Causa ESMA la que abre dudas y preguntas a un lector atento y crítico, así como una lectura entrelíneas sobre la forma en que el “padre Jorge” conocía los resortes del poder dictatorial y cómo decidía sus estrategias para salvar gente. Responder esos interrogantes en torno a una trama mayor de las relaciones entre la Iglesia argentina y la dictadura sigue siendo un desafío para nuevas camadas de historiadores.