El Foro de Convergencia Empresarial, integrado por más de 40 entidades empresarias, entiende que es clave el protagonismo del sector privado para el desarrollo económico y social de la Argentina.

En las instituciones empresarias de nuestro país, y particularmente en aquellas de mayor representatividad, se está llevando a cabo un debate interno respecto del rol que el sector privado debe cumplir en la nueva etapa política que se abre a partir del año entrante. Una conclusión de este ejercicio ya es clara: el empresariado ha comprendido que para que su voz sea escuchada debe actuar con sentido político. La convergencia en torno de ciertas ideas claves y respecto de una estrategia de relacionamiento con las fuerzas políticas, resulta así el camino elegido. La reciente conformación del Foro de Convergencia Empresarial por parte de más de 40 entidades empresarias es la manifestación más notoria de esta decisión.

El factor principal que explica esta “convergencia” es la convicción profunda de que el sector privado podrá desplegar toda su capacidad creativa, tanto en el terreno específico de los negocios como en cuanto a su aporte a la sociedad como un todo, en la medida en que se respete plenamente el ámbito propio que rige su actividad.

En efecto, el empresariado ha comprendido y verificado en carne propia que el desarrollo de sus negocios depende de un contexto en el cual las “reglas del juego” no se modifiquen, o lo hagan siguiendo pautas preestablecidas. Que las normas jurídicas que regulan su actividad se respeten rigurosamente. Que los impuestos que gravan sus actividades no se incrementen sorpresivamente. Que en la operatoria cotidiana vinculada con el comercio exterior, con el giro de divisas, con la obtención de financiamiento externo o con la fijación de los precios para sus productos no se esté a la espera de la decisión discrecional de determinados funcionarios. Y, obviamente, que en el caso extraordinario de una expropiación se seguirán a rajatabla las disposiciones establecidas en nuestra Constitución Nacional.

El empresariado, al menos en su gran mayoría, comparte la visión según la cual le corresponde a él transmitir a toda la sociedad –y en particular a la dirigencia política– un mensaje: sólo una sociedad basada en la creatividad, la innovación y la capacidad movilizadora de recursos de los emprendedores-empresarios podrá asegurar niveles de desarrollo económico y social como los que detentan los países desarrollados del mundo. Sólo una sociedad que permite a sus ciudadanos emprender nuevas actividades productivas y a las empresas ya establecidas crecer tanto en el mercado interno como en el exterior, hace posible generar los empleos requeridos, y terminar con la pobreza y la exclusión que hoy afecta a tantos argentinos.

La referida convicción se complementa con la siguiente: sólo una sociedad civil en la que el empresariado cumple un papel transcendente tendrá la fortaleza y la independencia respecto del Estado que hará posible la plena vigencia de un régimen político democrático y republicano como el que establece nuestra Constitución Nacional. Un empresariado autónomo es condición necesaria para evitar la concentración excesiva del poder. Y de su desempeño depende en buena medida que resulte posible la existencia de partidos políticos con capacidad de equilibrar desde la oposición al poder mayoritario. Sólo así se garantizará un marco institucional que respete el ámbito propio para el desempeño del sector privado y brinde la seguridad jurídica necesaria para su pleno accionar.

Por fin, la inclinación a trabajar en conjunto por parte del empresariado se basa en la apreciación ampliamente compartida de que la nueva etapa que se abre en la Argentina requerirá indefectiblemente de cuantiosas inversiones sólo posibles con el aporte vital del sector privado. También en la esperanza de que las nuevas fuerzas políticas que tendrán a su cargo roles determinantes tanto en el Poder Ejecutivo como en el Congreso Nacional estarán dispuestas a escuchar la voz del empresariado y a asignarle un papel central en el desarrollo económico y social del país.

El autor es Presidente de Asociación Empresaria Argentina (AEA)

3 Readers Commented

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  1. lucas varela on 11 junio, 2014

    Con el objeto de precisar y complementar las visiones y convicciones del Foro de Convergencia Empresarial, estimo interesante puntualizar lo siguiente:
    1-Uno de los principios constitutivos de la Asociación Empresaria Argentina es la defensa de la «Economía Social de Mercado»; lo que en el común de la gente se identifica como economía «neoliberal».
    2- El Sr.Héctor Magneto del grupo Clarín, y el Sr. Julio César Saguier de La Nación S.A. son vicepresidentes de la Asociación Empresaria Argentina.
    3- En Abril del presente año el Foro de Convergencia empresarial emitió un documento titulado «Quiénes somos. Qué necesitamos». En la conferencia de prensa se puso énfasis en señalar que la iniciativa «no es contra nadie» y que no se trata de un foro «antikirchnerista».
    4- Una frase definitoria de Claudio Cesario, Presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina y miembro activo del Foro:
    «La Argentina gasta, y gasta mucho, en educación»

  2. Juan Carlos Lafosse on 14 junio, 2014

    El poder económico se expresa en este artículo sosteniendo las ideas del neoliberalismo más rancio, que nuestro Papa Francisco ha denunciado con fuerza y claridad en “La alegría del Evangelio: “el sistema social y económico es injusto en su raíz”.

    Recientemente además, con herramientas, datos y técnicas propias de la teoría económica más ortodoxa, Thomas Piketty, un economista francés doctorado en Hardvard, ha demostrado que estas ideas solo conducen a aumentar exponencialmente la inequidad y la exclusión, generando un apasionante debate a partir de su libro “El Capital del siglo XXI”, que apenas traducido al inglés se transformó en el libro más vendido en Amazon. Tampoco se lo ha mencionado en Criterio. Ni a nuestro compatriota Bernardo Kliksberg, que incansablemente nos llama a crear un mundo más compasivo. Son discusiones que pueden llevar a humanizar la sociedad, no se puede estar al margen.

    Uno de los objetivos más buscado y mejor logrado históricamente por el discurso del poder real ha sido el mantenerse oculto. A través de sus medios los problemas y las responsabilidades se las transfieren a otros como “la política” o directamente se culpa a los pobres de su pobreza. Pero en estas declaraciones el poder real se muestra, lo que es una señal interesante. Quizás porque se siente amenazado – algo poco frecuente en la historia económica de nuestro país – que lo lleva a buscar públicamente “convergencia” y declarar que “necesita actuar con sentido político”. ¡Como si nunca antes lo hubiera hecho!

    Respecto de las “cuantiosas inversiones sólo posibles con el aporte vital del sector privado” quiero recordarles a los empresarios parte de su discurso del cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, en el Seminario sobre “Las Deudas Sociales”, 30 de Septiembre 2009: “… Pensemos que, según distintas fuentes, hay aproximadamente ciento cincuenta mil millones de dólares de argentinos en el exterior, sin contar los que están en el país fuera del circuito financiero, y que además los medios de comunicación nos informan que se van del país aproximadamente dos mil millones de dólares más por mes. Me pregunto, les pregunto: ¿qué podemos hacer para que estos recursos sean puestos al servicio del país en orden a saldar la ‘deuda social’ y generar las condiciones para un desarrollo integral para todos?” Esta es la “evasión fiscal egoísta” que denuncia Francisco.

    Hoy hay más del doble de dólares fugados y ahí está la raíz del sufrimiento de la pobreza, de la enseñanza, de la salud y del trabajo en Argentina, que tan hipócritamente “denuncian” los medios cooptados por los evasores.

    Criterio sostiene una línea de pensamiento frontalmente opuesta a la de nuestro Papa y está en su derecho, este es un país con libertad de prensa y expresión. Por eso, no debería asombrarnos lo rápido que desapareció de sus páginas toda referencia a su magnífica exhortación Evangelii gaudium.

    Pero nuestra obligación como católicos es lograr que el Pueblo de Dios lea “La alegría del Evangelio”, la discuta y la confronte con lo que ocurre en el mundo hoy día, con la realidad de su vida y la de sus hijos. Que pueda analizar sus ideas, que no son nuevas pero que finalmente, nos llegan en un lenguaje que no deja dudas: “nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social” y “os pido que busquéis comunitariamente nuevos caminos para acoger esta renovada propuesta”. [EG 201]

  3. Juan Carlos Lafosse on 23 junio, 2014

    La Comisión Episcopal de Pastoral Social invita a la Convocatoria a la Semana Social de Mar del Plata 2014, que se realizará en Mar del Plata este fin de semana, desde el Viernes 27 al Domingo 29 de Junio.

    Bicentenario 2010-2016: “El Papa Francisco y la cuestión social”

    Información e inscripción en http://semana2014.pastoralsocial.org.ar

    Evangelii gaudium

    201: Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus opciones de vida implican prestar más atención a otros asuntos. ….

    202: La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis.

    Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras.

    Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad,[173] no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales.

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