Reseña del libro El papa Francisco. Revolución de la ternura y el amor. Raíces teológicas y perspectivas pastorales, de Walter Kasper. Sal Terrae, Bs.As., 2015
Habiendo presidido prácticamente durante toda una década el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y ocupado otros cargos de alta responsabilidad en la Santa Sede, el cardenal Walter Kasper es hoy una de las figuras más importantes de la andadura histórica de la Iglesia católica surgida del pontificado de Francisco.
Resulta interesante conocer la mirada que alguien de tal envergadura posee sobre el nuevo periodo abierto con la elección del Papa argentino. Pero a pesar de su especialización, el autor no se limita a mostrar o a explicar –como podría esperarse– la específica dimensión ecuménica de Francisco, para lo cual se encuentra favorablemente acreditado (y que sería deseable abordara en el futuro), sino que ha preferido una mirada más amplia y por lo tanto más integradora de esta rica personalidad.
En efecto, en algo más de un centenar de páginas, el autor desgrana algunos de los principales rasgos y sensibilidades de la persona del actual pontífice, buscando mostrar de un modo sencillo que si sabemos ver las cosas como lo que ellas son, las sorpresas que suscita el Papa en realidad no deberían ser tan mayúsculas como a veces se ha sugerido.
El libro se inscribe, en tal sentido, como un aporte pedagógico que tiene la pretensión de ayudar a comprender el significado del actual pontificado, a la manera de la explicación brindada en su momento por Víctor Manuel Fernández en diálogo con el vaticanista Paolo Rodari.
La obra es producto de la reelaboración de varias conferencias pronunciadas en la Academia Católica de Baviera, en la Universidad de Viena y en la Escuela Superior de Filosofía y Teología Sankt Georgen de Frankfort del Meno, así como en el Centro Pro Unione de Roma y en la Universidad Católica de América, la cual ha distinguido al autor con el Premio Johannes Quasten.
El libro no es una colección de anécdotas ni trata de trazar valoraciones intraeclesiales del pontificado, sino que aspira a presentar sin preconceptos y, por lo tanto, de un modo desprejuiciado, una lectura en clave teológica de la sensibilidad humana y cristiana de Jorge Mario Bergoglio, superando simpatías o antipatías que se mueven en un nivel bastante superficial, pero que sin embargo constituyen al fin de cuentas un canon más o menos habitual en el auditorio católico y aun mundial.
La novedad del Papa, nos transmite el autor, no tiene que ver con la reforma de la curia que ocupa tanto centimil mediático, ni siquiera con la continuidad o discontinuidad en la que a veces se ha centrado la atención de las audiencias, sino en algo más trascendente y por lo mismo mucho más profundo, pero que sin embargo hay que tener una cierta pureza en la mirada para visualizar con plenitud.
No se trata de ningún misterio y es así percibido con claridad por una multitud de fieles cristianos e incluso de increyentes. Estamos aquí asombrados una vez más ante la novedad eterna del evangelio, que hace nuevas todas las cosas, pero que a la vez y por lo mismo provoca sorpresas en el espíritu mundano, dentro y fuera de la comunidad de fe de los cristianos.
Last but not least, en todo caso, sugiere el autor en clave reformista, lo que desea el papa Francisco y que causa tantas perplejidades, no es más que apartar o remover algunas cenizas que con el paso del tiempo se han ido acumulando en el acontecer de la vida eclesial, a fin de avivar el rescoldo perenne y siempre vivo del Evangelio.