Cuando publicó Los amantes en 1992, Morris West anunció que esa sería su última novela. El prolífico novelista australiano, que hoy tiene ochenta y dos años, no cumplió. En 1996 apareció Al final del camino. Ahora, acaba de publicar Eminencia. Con ella, vuelve a un ambiente en el que se desarrollaron muchos de sus libros, a partir de El abogado del diablo: el Vaticano y su entorno romano. También vuelve a una situación ya transitada por West: la muerte de un papa, y su sucesión.

 

West había producido, sobre ese tema, una trilogía interesante. Primero fue Las sandalias del Pescador (1963), que además de ser una buena novela a la que la versión cinematográfica con Anthony Quinn no hizo mérito, le dio inesperada fama al autor cuando quince años después fue elegido Juan Pablo II: en efecto, en el libro el cónclave elige al primer papa no italiano en siglos que, además, viene de la Europa del este. Los bufones de Dios (1981), que narra la historia del sucesor francés del papa eslavo a partir de una abdicación forzada, es de lo mejor que ha escrito West, hasta con planteos teológicos atrapantes. El cierre de la trilogía, en cambio (Lázaro, 1989), protagonizada por el sucesor italiano del papa francés, se resiente en parte porque el autor se sintió obligado a volver a ser “profético”.

 

Eminencia se abre con la agonía y muerte de un papa al que nunca se nombra en el libro (lo que a veces produce diálogos muy forzados), pero en el que es fácil reconocer una versión algo caricaturesca de Juan Pablo II. Para los argentinos tiene un atractivo especial, porque su protagonista es un improbable cardenal argentino, que siendo cura de un pueblo de Tucumán al que se describe como al Los Ángeles de la serie “El Zorro”, fue torturado por los militares de la última dictadura. Para salvar su vida fue sacado del país (al que nunca volvió) y puesto bajo la protección del Papa, aunque previamente vivió una intensa experiencia pasional que va a tener su desenlace ahora, justo cuando ya cardenal debe ingresar al cónclave. De este modo, West reúne en un libro dos de sus temas favoritos: la sucesión papal y el drama de los desaparecidos en la Argentina, con Madres de Plaza de Mayo incluidas.

 

La novela, entonces, no es pura novela. Hay varios personajes fácilmente reconocibles, comenzando por el cardenal italiano, de la Curia, que fue nuncio apostólico en la Argentina y a quienes las Madres de Plaza de Mayo acosan por su presunta complacencia con los militares con quienes jugaba al tenis. No es el único. Hay también una crítica bastante explícita, apenas medio tono más baja que la que suelen emplear las agencias noticiosas internacionales, sobre ciertas políticas, estilos y énfasis doctrinarios de la Curia Romana, que merece una descripción entre cínica y resignada donde cuesta hallar virtudes y, en particular, fe. Este libro no será recordado entre los mejores del autor. Su desarrollo es pesado, con muchas reiteraciones y situaciones previsibles y algunos golpes bajos. Solamente al final gana en ritmo e interés, aunque aquí y allá presenta rasgos del mejor West. Basta para pasar el rato.

1 Readers Commented

Join discussion
  1. Graciela calderon on 6 marzo, 2014

    no es una buena novela.demasiados ingredientes.poco creibles.-

¿ QUIERE DEJAR UN COMENTARIO ?