Nunca volveré a enamorarme así, dice,
como en una canción
en la luna del espejo, dice,
como un caracol en el filo de la navaja,
nunca volveré,
al páramo del mundo, al ritual,
al lugar común, a invocar
al encantamiento, a la divina ceguera
dice, choose me,
nunca volveré
al uroboro cazabobos sin fin
a la pura pasión
a ser el vértice, el vórtice, dice,
en la luna del espejo,
en la imagen muda, otra
nunca descuartizado y disperso
cuando me miras, dice,
tu mirada perdida en la copa del paraíso
a donde van las miradas perdidas
a la copa del árbol que se enciende
dice en negrita
de lo que están hechos los sueños
y polvo será
la memoria, el sueño de otro
instantes que hacen foto allí
en el sentido viciado
en el desierto tentacular
en cinta sin fin, dice,
al cabo, lo que no deja vivir
ramalazos que no cesan, dice,
la voz de lo que no fue una foto
dice, choose me,
nunca para siempre
cazabobos sin fin, el destino.