Lecturas: Aportes a los estudios de religión

Un libro de reciente aparición reúne ponencias de expertos de diversas disciplinas que analizan la relación entre religión y sociedad en el Cono Sur.El libro Nuevos aportes a los estudios de la religión en las sociedades contemporáneas del Cono Sur,de Mariela Ceva y Claudia Touris (Buenos Aires,Lumiere, 223 páginas), contiene ponencias presentadasen las jornadas organizadas a mediadosde 2009 por el Grupo de Trabajo RELIG-AR, especializadoen estudios sobre religión y sociedad, conel foco puesto en el Cono Sur de América latina. Eltexto está organizado en tres partes: secularizacióny laicidad, religión y política en los años setenta, yperspectivas de este tipo de estudios. Se trata de unlibro para la academia o para los estudiosos de estostemas, como corresponde al ámbito en el quefue gestado.

Ya desde la primera página una de las autoras alerta sobre la capacidad de “profundizar en la repercusión que generan los cambios ocurridos en el campo religioso sobre los procesos sociales y políticos contemporáneos” por estas latitudes.

También interesa, y esto es dicho numerosas veces a lo largo de estas páginas, el análisis de la relación inversa: la influencia de esos procesos en lo religioso. Surge así la pregunta de cuál de ellos predomina sobre el otro, y por qué. Y la inmediata tentación de sostener la interrelación recíproca entre dichos ámbitos variando, por cierto, las razones que pueden atribuirse a las distintas circunstancias.

Algunos comentarios muy breves a los aportes que me han resultado más sugerentes. La incapacidad de las teorías de la secularización para comprender los fenómenos que se producen en las relaciones entre política y religión ya no es materia de discusión en el campo específico de estos estudios. Lo tratan Gerardo Caetano para Uruguay y también Daniel Levine para el caso latinoamericano.

En la mirada de Caetano, en la sociedad uruguaya –siempre tenida por laica– hay una nueva configuración y peso de lo religioso; aparecen “evidencias de que lo religioso se está ‘moviendo’ y ‘fuerte’”, con las implicancias que ello tiene en la relación entre lo privado y lo público y la discusión pública y parlamentaria de las leyes sobre no discriminación sexual, despenalización del aborto y otras de similar sensibilidad. También presenta numerosos ejemplos de cómo lo religioso se ha colado  en las últimas campañas políticas uruguayas, incluso con la aparición de candidatos surgidos desde grupos umbanda: “Este tipo de fenómenos forman parte de un proceso de cambio profundo en los modelos y prácticas ciudadanas predominantes en el Uruguay del período posdictatorial”. A Caetano le interesa trabajar la autonomía de las acciones sociorreligiosasy las políticas, pero no en la perspectivadel desdén o del desinterés sino de la sinergia positiva. Estrechamente ligado a estos temas surge el tópico de la laicidad, que ya ha dejado de ser algo de interés académico y ha tomado estado público, al punto de ser materia de trabajo y considerado “de gestión” en seminarios del Mercosur.

Ligado al anterior, aparece el tema del pluralismo, abordado por Daniel Levine, de quien vale la pena citar estas palabras (y tenerlas siempre presentes en la Iglesia católica): “…Y de aceptar la legitimidad de los demás como entes con igual derecho a compartir el espacio público en nombre de la religión”.

Localmente, resulta interesante el tratamiento que Jorge Soneira y Juan Bonnin hacen de las sociabilidades a partir del caso de la revista Sociedady Religión, en el que se ve con claridad el peso y el valor de los contactos personales en el impulso de nuevos temas, así como la masa crítica que se puede alcanzar con intereses y afinidades compartidos.

El artículo es un punteo que permite tener presente, en tres niveles (obispos, clero y laicado), los acontecimientos asociados a la instalación del tema “religión” como campo de investigación de la sociología. No por breve y sucinto deja de tener interés y apunta al origen del libro y a las jornadas que lo hicieron posible.

Claudia Touris profundiza en el tema de las sociabilidades desde una perspectiva política, preocupada por las “utopías proféticas” y con el foco en Montoneros. Analiza los procesos identitariosque se forjaron tras el Concilio Vaticano II entre ellos y el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (“la constelación tercermundista” como le gusta decir), y concluye que: “Sin negar las conexiones y fuentes ideológicas que vincularon al campo religioso y al campo político, éstas no explican por sí solas el camino seguido por los grupos armados.”

El trabajo de Patricia Fogelman muestra una nueva cantera de información sobre las imágenes religiosas, no vistas como arte sacro, y por ende objeto de la historia del arte, sino como información, “datos” que permiten, bien observados, “recomponer la pretérita religiosidad”.

También es destacable el segundo aporte de Levine, que se pregunta por los cambios registrados, sobre todo en América latina, en la preocupación de la gente por la religión que, pese a lo esperado y propuesto por las teorías de la secularización tan vigentes hace unos pocos años, no se ha agotado.

Por el contrario, se renueva y pluraliza en crecientes avances del protestantismo evangélico y en desmedro del catolicismo, que dejó de ser “la” Iglesia dominante. Identifica los “hechos incómodos” que desafían e interpelan el escenario académico, entre los que señala el “crecimiento de múltiples Iglesias y espacios religiosos”, lo que lleva a un pluralismo observable en tres instancias: el desgaste que padece el monopolio católico, que parecía in expugnable; la autonomía que alcanzan, dentro del propio catolicismo, muchos grupos diversos y con visiones diferentes y críticas; y, en tercer lugar, la multiplicidad de iglesias dentro del mismo protestantismo, en abierta y muy dinámica competencia con las llamadas históricas. Y esto genera “reglas de coexistencia dentro de una esfera pública más abierta y una sociedad civil menos reglamentada”.

Como libro de trabajo y para iniciados en el tema suma aportes a “la sala de ensamblado” de nuevos estudios. Justamente en ocasión de la presentación del libro, se pudo ver una variada y rica  producción. Cabe aquí el debido reconocimientoal grupo RELIG-AR que sostiene estas actividades y celebrar la interdisciplinariedad pregonada a lo largo del libro, lo que augura su futuro desarrollo.

Respecto del tempo (cronológico y de modalidad) que insume a las varias disciplinas ingresar a estos temas y procesarlos, según los testimonios de varios de los autores, la sociología, al menos en la Argentina, incorpora la temática a mediados de la década del ochenta simultáneamente con la antropología, y la historia “llega” una década más tarde (Fogelman), aunque el modo en que se da ese proceso no puede ser analizado en pocas líneas.

Para concluir, si se computan las menciones bibliográficas que soportan las ponencias que componen este libro (suman 213 títulos), es bien visible el sostenido crecimiento a partir de la segunda mitad de la década del ochenta. Impresiona además al salto que se observa del 2000 en adelante y que hace que un tercio (71 títulos) de toda la producción citada se concentre en el último quinquenio.

Estos datos gruesos muestran con claridad la creciente vitalidad del campo de los estudios sobre la religión y el empuje que toma a partir del cambio de siglo, a juzgar por la producción disponible y utilizada para este libro.

Para concluir, si se computan las menciones bibliográficas que soportan las ponencias presentadas a lo largo de todo este libro (suman un total de 213 títulos) es bien visible el sostenido crecimiento a partir de la segunda mitad a de la década del 80. Impresiona además al salto que se observa del 2000 en adelante y que hace que un tercio (71 títulos) de toda la producción citada se concentre en el último quinquenio. Estos datos gruesos muestran con claridad la creciente vitalidad del campo de los estudios sobre la religión y el empuje, a juzgar por la producción disponible y utilizada para este libro, que toma a partir del cambio de siglo. Seguir la gráfica correspondiente es como ver el despertar de un tema que permanecía en calmo reposo.