de_vita_1Entrevista a Matías Meyer, director de Los últimos cristeros, una de las dos películas que enmarcan por primera vez para el cine mexicano el conflicto armado entre el Estado y la Iglesia a mediados de la década del ’20 en ese país. de-vitaCon una nueva edición del BAFICI llegaron a las pantallas argentinas varias películas de interés. Una es la del realizador mexicano Matías Meyer sobre la Guerra Cristera, el conflicto armado que tuvo lugar en México de 1926 a 1929, entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicianos laicos y religiosos católicos, por las restricciones de la legislación revolucionaria. Con gran vuelo estilístico y sensibilidad, Los últimos cristeros narra el estoicismo de un puñado de ellos. Su director, de visita en la Argentina para la presentación del film, dialogó en exclusiva con Criterio.

–¿Por qué el tema de los cristeros permaneció oculto durante tanto tiempo ante la opinión pública?

–Mi padre, que es historiador (N.de.R. el historiador Jean Meyer, quien ha colaborado con Criterio), tiene la teoría de que siempre son los nietos quienes comienzan a hablar de las grandes tragedias. Se añade que, en particular, los cristeros no tenían acceso a los medios de comunicación para poder contar su versión de los hechos y leían en la prensa algo completamente diferente a lo que habían vivido. Para él, que escribió libros sobre el tema, el reconocimiento más importante en su vida como historiador es una carta de los cristeros donde le agradecen haber contando esta historia.

–¿Sigue siendo un tabú para la sociedad mexicana?

–Hoy ya no puede decirse que sea tabú pero sí que es un tema rodeado de prejuicios y desconocimiento. Lo primero que me fascinó de la cristiada fue conocer las fotografías de archivo y advertir en los ojos de ellos algo que nosotros no podemos ver. Una fuerza que los empujaba combinada con seguridad y tristeza. La primera chispa fue saber que nadie de mis amigos, incluso yo mismo, sabía con profundidad del tema. Leí la novela de Antonio Estrada, de la cual realicé la adaptación, y me impresionó el hecho de que fuera biográfica y estuviera contada por el hijo del coronel Florencio Estrada. Luego leí los libros de mi padre y ahí empecé a entender mejor todo.

–¿Qué elementos del libro se resignificaron en su traslación a la pantalla?

–La espina dorsal del relato que tomé es la duda que vive el coronel Estrada entre su familia y su causa. Su promesa de sacrificio y, finalmente, el darse cuenta de que si sigue con su familia lo van a perseguir por siempre y que entonces es mejor morir por la causa.

–¿Cómo trabajó un guión casi sin diálogos para que el sentido del sacrificio fuera tan claro?

–Lo escribí con Israel Cárdenas y tomamos muchas escenas del libro de Estrada, del de mi padre y de memorias de cristeros. La primera entrevista en la película es original y la realizó en 1969 un amigo de mi padre; así fue como él construyó la investigación porque estaban prohibidos los archivos de la Iglesia y del Estado. Él recorrió la zona, de ranchito en ranchito, buscando a los cristeros. La ausencia de diálogos es para incentivar la voz interna del espectador.

–¿Qué comentarios recogió al momento de decidirse a realizar el proyecto?

–Sabía que había que echar luz sobre algo muy poco conocido. Y me encontré con mucha oposición. Mis amigos, y a todo aquél al que le platicaba el proyecto, me decían: “Ah, pero vas a hacer una película para defender a la Iglesia. Tú no te das cuenta de lo que es la Iglesia, lo que han hecho”. Eso me motivaba más porque pensaba que si generaba tanta oposición había allí algo que había que decir. También era importante para mí seguir la obra de mi padre, rendirles justicia a estos cristeros y contar la versión desde su punto de vista. Darles la palabra a aquellos que no la tuvieron.

–Se lo considera un film polémico presentado a poco del centenario de la Revolución mexicana.

–Una profesora de la escuela de cine que conoció el proyecto desde el principio me decía que luego del movimiento cristero nació el Partido Acción Nacional, que es el partido de derecha, conservador. Considero que no tiene lazo directo porque una cosa es que el PAN quiera politizar y agarrarse de ellos para sus causas. Pero la cristiada es un movimiento a nivel social por la libertad religiosa, que es una libertad como cualquier otra, porque la religión forma parte de la cultura y no se puede sacar de un día en la mañana. La película busca la tolerancia y la fe del ser humano en la posibilidad de cambiar las cosas. Esta profesora, después de ver la película, me dijo que le quitó muchos prejuicios.

–En determinado momento se conocieron declaraciones suyas muy duras respecto del otro film que trata similar temática, Cristiada, que reúne gran elenco internacional.

–Sí, pero fue una polémica a la que prefiero no regresar, sobre todo porque el productor de Cristiada fue muy generoso conmigo y me prestó elementos de vestuario y de utilería, como las armas que se ven en el final, unos fusiles de plástico. Ya sabemos lo que es esa película así que mejor no criticarla, son cosas diferentes.  Creo que no vale la pena. Esta película nos está haciendo muy buena publicidad.

–Lamentablemente, muchas veces, grandes autores que trataron lo metafísico no fueron tenidos en cuenta oficialmente por la Iglesia, y sí se promovieron producciones que son puro didactismo. ¿Cuál es el nivel de entendimiento de la Iglesia con el cine y viceversa?

–Mi película es el ejemplo de lo que pienso, porque es todo menos didáctica. Las estructuras narrativas convencionales, las telenovelas, me parecen muy peligrosas para dar una clase o bajar una línea. Prefiero quedarme en la ambigüedad de las cosas, que es como yo veo la vida. El cine no debe utilizarse para dar lecciones. Somos ceniza en un cambio constante y un misterio enorme que no podremos comprender.

–¿Cual fue la respuesta de la Iglesia y de la intelectualidad progresista mexicana?

–Creo que no la han podido ver porque tuvo proyecciones en festivales y no se estrenó aún comercialmente. Lo bueno es que sacamos un premio en el festival de cine de la UNAM y por ese lado ya tenemos a la máxima casa de estudios avalando la propuesta. En el de Riviera Maya obtuvimos otro premio, de distribución, que nos ayudará. Cuando ves la película te das cuenta de que es difícil asociarla a un partido político o a la Iglesia. Los periodistas en México me lo han preguntado y mi respuesta fue: “Los cristeros no son de derechas ni de izquierdas, son del cielo. De arriba pues, de arriba”.

–Hay muchas imágenes en Los últimos cristeros que no escapan a la iconografía clásica…

–Hay fotografías de archivo, nuevamente, que muestran a los cristeros bañándose tal como se los ve en la película y son las únicas fotos donde están sin armas. Es un momento de tranquilidad y también de purificación, como despojados de su peso, de la carga de sus culpas. Esas imágenes también nos gustan porque permiten diferentes lecturas: que es un baño de purificación, que ya están en el cielo, tranquilos, o que van a morir ahí mismo y están esperando el balazo. Desde el lugar de la composición revisé muchas películas que tienen que ver con la fe: la de Roberto Rossellini Francisco heraldo de Dios, de Pasolini con El Evangelio según San Mateo, de Dreyer sobre todo, Ordet y Juana de Arco, de Bresson y Tarkovsky también con Andrei Rublev y El Sacrificio.

–Impacta la identificación de los cristeros, casi imitando a Cristo.

–Le sumé la iconografía cristiana mirando cuadros de los diferentes pasajes bíblicos. Los cristeros se identificaban completamente con Cristo, hay mucho de eso en la novela, y eso los ayudaba a avanzar. Hay una escena, que no quedó en la película, en la que el coronel repartía a sus hombres cinco granitos de maíz tostado y les decía: “Los verdaderos soldados de Cristo todo lo sufren con paciencia y resignación, esto es lo que comemos y es nuestro humilde sacrificio”. Hay algo de la investigación de mi padre que me quedó muy grabado y que dice: “La cristiada en su más pura esencia se vuelve una imitación física colectiva”. Por eso consideré pertinente hacer alusiones bíblicas.

Inevitable resulta preguntarle por el trabajo con los actores.

–Tres meses antes del comienzo del rodaje algunos de ellos recibieron una dieta para que se vieran más desnutridos. No quería que memorizaran los diálogos porque iban a sonar como periquitos. El coronel, por ejemplo, sabe leer pero muy mal. Criterio te lo va a leer diciendo Cri…teeee…..rió. A los cinco elegidos los llevamos a México para hacer las pruebas de vestuario y cámara. Ahí se dieron cuenta de que el cine es muy lento, con mucho tiempo de espera. Y eso les dio la tranquilidad definitiva.

–¿Los actores vieron la película?  

–Sí, en el estreno nacional en el Festival de Morelia estuvieron los cinco actores principales. Fueron a la función de prensa de la mañana y les temblaban las piernas. Luego volvieron a la función con público, y en ese momento cayó por sorpresa la esposa del presidente Calderón. Ella es de Jalisco y tiene cariño por el movimiento cristero. Me senté junto a ella a ver la película y cuando sale la canción de El martes me fusilan, la cantó enterita.

 

3 Readers Commented

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  1. Pablo on 1 junio, 2012

    Estimados,

    me ha interesado desde hace muchos años el tema de los cristeros, sobre todo ahora en que al parecer nadie sacrificaría una hora de sueño por el derecho a vivir su fe. ¿saben ustedes si esta película se verá en Chile.

    Un abrazo

  2. Matias on 6 junio, 2012

    Hola hubo un error en esto: “La cristiada en su más pura esencia se vuelve una imitación física colectiva”. En realidad es: “La cristiada en su más pura esencia se vuelve una imitación CRÍSTICA colectiva”.

    La película se mostró en el festival de cine de Valdivia y en el cine club de la universidad católica en Santiago. Esperamos pueda haber más proyecciones.

    Pueden seguir la página de facebook y twitter para más información.
    https://www.facebook.com/pages/Los-%C3%BAltimos-cristeros-The-last-christeros/130706973687359
    https://twitter.com/#!/ultimoscristero
    Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=d4FbHMr0EjU
    Saludos!

  3. Ramiro on 14 marzo, 2019

    Hasta donde llega la ignorancia¡¡¡.Ni de izquierdas ni de derechas?, jajajaja son del cielo. Madre mia hasta donde llega la ingenuidad y el fanatismo. Al infierno supongo que iré. no?. Como se os engañan, y pobres quienes se dejan engañar. No hay mas dios que el tuyo propio, tu ser, tu yo, el resto son pamplinas conversas, que llevan a eso precisamente, a la eliminación del pensamiento propio y a la eliminación de otros semejantes…eso es lo que quiere vuestra fe?, pues la maldigo

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