kony2012Más allá de la desilusión en torno a la campaña de video con el crecimiento más rápido de la historia de internet (recaudó 5 millones de dólares en las primeras 48 horas), el éxito demuestra la avidez de los jóvenes por sumarse a nuevos movimientos solidarios.kony-2012_0Para los usuarios frecuentes de Facebook, Youtube, Twitter y Tumblr el nombre “Kony” resulta familiar. Se trata del líder de una guerrilla africana llamada LRA, y también una de las personas más mencionadas en los sitios de internet de todo el mundo como resultado de la difusión de un video en Youtube titulado “Kony 2012”, el más viral de la historia (más de 100 millones de vistas en una semana) según el sitio de medición en internet “Visible measures”: “Ningún aviso tradicional de compañía, causa o campaña política se ha acercado jamás (a este video)”, señaló.

La difusión no se limitó a la web: se pueden ver afiches y grafitis con el lema “Kony 2012” en distintos países como los Estados Unidos, Holanda, Japón, e incluso la Argentina. Y lo interesante es que se trata de un hombre que lleva escondido 20 años en la selva africana.

El video dura media hora. Comienza elogiando los logros de las redes sociales y las comunidades online, y nos enteramos de qué trata luego de varios minutos. Las primeras imágenes muestran el nacimiento del hijo del director y narrador Jason Russel, y luego más escenas de su niñez. Bastante después nos enteramos de que el video fue creado por una organización llamada “Invisible children” (Niños invisibles) dedicada a derrocar al líder de la guerrilla LRA de África, Joseph Kony, acusado de utilizar a miles de niños en su ejercito en una guerra en Uganda. Desde la música emotiva que nunca cesa, hasta las clásicas escenas de niños africanos riendo intercaladas sin ninguna sutileza con imágenes desoladoras de sus hogares, o primeros planos de éstos llorando en los brazos de los camarógrafos, cada segundo del video esta estratégicamente pensado que se sienta un monstruo el usuario que no lo difunda. Sobre todo porque se trata del único propósito que el video dice tener: generar conciencia. El video se presenta como el último recurso tras el rechazo del Gobierno norteamericano a la propuesta de “Invisible children” de intervenir militarmente en África para acabar con el conflicto. Es decir que se propone como parte de una campaña para lograr el apoyo del público.

La aceptación y adhesión comenzó con la movilización de masas considerables de usuarios jóvenes, especialmente de escuelas y universidades. Así fue que Washington decidió enviar un centenar de estrategas militares para colaborar con el ejército de Uganda. Sin embargo, se les informó que si el apoyo al movimiento disminuía, probablemente el involucramiento militar también lo haría. Y en esta instancia entra en juego este video prolífico: generar conciencia suficiente como para que el apoyo no cese y puedan capturar a Kony.

Los creadores del video dispusieron una lista de personajes públicos de alto perfil a los que los seguidores del movimiento, a estas alturas una mayoría joven muy versada en el uso de las redes sociales, debían twittear para solicitar su apoyo a la causa. Incluyeron desde figuras políticas como George Bush y Ban Ki-Moon, hasta íconos mediáticos del ambiente musical o televisivo (OprahWinfrey, Ellen Degeneres, Rihanna, Justin Bieber, Piers Morgan, etcétera). Todos comenzaron a recibir miles de tweets por minuto dirigiéndolos al video, pero fue el último grupo, más proclive al sentimentalismo que los políticos, quienes brindaron su apoyo incondicional. Pocos días después muchas figuras se sumaron a la causa donando tiempo, dinero y garantizando también el apoyo de sus fans. Incluso Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte internacional penal de La Haya, elogió la campaña tras conocer a sus creadores en Los Ángeles.

Sin embargo, cuando el movimiento logró posicionarse positivamente, con intachable integridad, comenzaron las críticas y las fisuras. Una de las más contundentes tiene que ver con que la organización “Invisible Children” apoya con dinero y recursos al ejército de Uganda, acusado de robos y abusos sobre la población. Además, las autoridades de Uganda afirman no haber detectado actividad de Kony dentro de su territorio desde 2006, y creen que lleva años rondando las aldeas del Congo y Sudán del sur, contradiciendo el relato de los creadores del video. En esta línea, la revista Foreignaffairs hizo referencia a que la campaña intenta “manipular datos con fines estratégicos”, y señaló como exageración  las afirmaciones en torno al rol de Kony en la LRA, ya que pocos creen que su captura pueda terminar con la guerrilla.

Por otro lado, la organización “Invisible Children” nunca permitió una auditoría para calificar su transparencia como entidad de caridad, y se estima que sólo el 31% de sus ingresos por donaciones ayudan concretamente al continente africano, mientras que el resto parece dilapidarse en los sueldos de sus tres creadores, en sus viajes y filmaciones (dos millones de dólares el año pasado).

Estas críticas palidecen, sin embargo, si se las compara con la reacción que suscitó el video en Uganda. La organización Ayinet viajó a la ciudad de Lira con un proyector para mostrar a los habitantes el video que decía retratar el terror que Kony había causado a su población. Curiosos y esperanzados en que el mundo conociera su historia, miles de personas viajaron de aldeas vecinas, muchos víctimas directas de la guerrilla. Esperaban ver una campaña que retratara lo que habían sufrido, pero se encontraron con escenas completamente ajenas, como las de un hombre americano y su hijo jugando inocentemente, y un montaje confuso de gente usando sus Iphones para chatear y multitudes de jóvenes sonrientes, usando remeras con la cara del hombre que había torturado al pueblo. MalcomWebb, corresponsal de Al Jazeera, expresó: “Hacia el final del film el ambiente se tornó agresivo hacia lo que la gente veía como una representación extranjera e incorrecta que minimizaba y comercializaba su sufrimiento”.
Recientemente el creador del video y cofundador de la organización, Jason Russell, registrado desnudo en la vía publica destrozando autos, terminó por perjudicar la imagen de una iniciativa “noble e íntegra”. Sin embargo, el impacto que logró la campaña, y la fuerza y motivación de la comunidad joven internacional, no dejan de ser llamativas. En principio no parece haber sido la causa correcta, y quizás se hayan apresurado al seguir a estos cineastas, pero el caso demuestra lo ávidas que están las nuevas generaciones por un movimiento al cual unirse, y no queda duda de que las redes sociales son la plataforma ideal para cultivarlos.

1 Readers Commented

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  1. Martin on 8 septiembre, 2012

    Creo que el video es esperanzador, al márgen de las acciones que hayan tomado sus creadores, es un ejemplo de cómo, si realmente se cree en algo, se mueve todo para que se convierta en realidad.

    Además creo que esta gente sabe muuy bien como llegar a las masas estadounidenses, y no me sorprende que la mayor parte del tiempo el video hable sobre USA y no sobre Uganda.

    Hay algo muy cierto también, hoy podemos hacer visible a quien queramos, gracias a facebook, twitter y youtube. Depende de nosotros…

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