Suscita preocupación, desde su nombre, la nueva Secretaría de Ordenamiento Estratégico del Pensamiento Nacional. Extemporánea, y probablemente inútil, trae a la memoria tristes emprendimientos totalitarios.

La creación de la Secretaría de Ordenamiento Estratégico del Pensamiento Nacional podría ser terrible, si no fuera ridícula en sus pretensiones y transparente en sus minúsculas intenciones. Transparente porque se trata de darle un puesto a esforzados militantes oficialistas y porque probablemente apunte a la campaña electoral, revitalizando las alicaídas fibras nacionales de la tropa. Es ridícula, porque un Gobierno que en diez años no ha sido capaz de gestionar razonablemente el transporte difícilmente pueda pretender desarrollar en quince meses la estrategia para desarrollar algo que carece de existencia real: el “pensamiento nacional”. Emprendimientos de este estilo necesitarían tiempo, fuerza y quizás campos de concentración, como en la Italia fascista, la Alemania nazi o la Unión Soviética estalinista, y aún así, sus resultados serían dudosos, más allá de acallar a los disidentes o lograr de ellos un acatamiento formal.

Nada grave ocurrirá con esta Secretaría, a cargo de Ricardo Forster, un intelectual de buena formación, sin mochila de actos de corrupción, aunque afectado por esa politización facciosa que obnubila el juicio, la pluma y la palabra. Pero es terrible y tenebrosa porque muestra la perduración, en un subconsciente colectivo bastante extendido, del temible “enano nacionalista”. Fue el enano quien inspiro este nombre absurdo. Hay un deliberado interés de irritar, de épater le liberal. El mismo que se encuentra en la creación del Instituto del Revisionismo Histórico Manuel Dorrego, o en la comunicación de aquel vice presidente del CONICET –oportunamente renunciado– que hace dos años nos solicitó a los investigadores que contribuyéramos a la “unidad de discurso” de la institución.

En esta aspiración a la unidad del pensamiento nacional confluyen diferentes tradiciones culturales e ideológicas, que no son exclusivas de la Argentina. La “organización estratégica” es un término castrense que habría satisfecho al general Perón y al general Onganía. Subyace en él la idea de la “nación en armas” y de la unidad interior en torno de una idea nacional que excluya y desenmascare a las “quintas columnas”, a quienes preparan la “puñalada por la espalda”, o más simplemente a los “apátridas”. En esto pensaba Perón en 1950, con la Comunidad Organizada y la Doctrina Nacional, un texto de rango constitucional. Onganía, que tampoco pensaba en plazos, construyó una serie de Consejos Nacionales destinados a fines igualmente estratégicos.

Cosa de militares, pero no solamente. Lo encontramos en el fascismo, en la URSS y su Instituto Marx-Engels-Lenin, y en el régimen del general Franco. Esto lo liga a un segundo aspecto: la postulada existencia de un pensamiento nacional auténtico, único y unánime. La idea, ampliamente difundida en la cultura occidental, remite a la reacción anti ilustrada y al romanticismo de fines del siglo XVIII. Fueron los alemanes quienes contrapusieron razón universal y pueblo nacional, con un espíritu eterno e inalterable –el volksgeist– y con un mandato: la nación debía materializarse en un Estado nacional. Para que éste pudiera desplegarse, era necesario despejar el territorio de elementos extraños, que iban desde los nibelungos hasta los judíos, pasando por los ilustrados y los liberales.

La lista de elementos extraños puede variar, aunque siempre remite al genérico “enemigo del pueblo” que, como el demonio, es uno y muchos: puede ser cosmopolita, extranjerizante, liberal, masón o socialista. Puede referirse a personas, grupos sociales, partidos políticos o corporaciones. Esta plasticidad es la que da al discurso del nacionalismo homogéneo su tremenda eficacia política.

Surgida en Alemania, esta idea anti liberal fue desarrollada por pensadores de distintos países: Herder, Fichte, Peguy, Gentile, De Maeztu, entre otros muchos. Son los autores leídos y glosados por nuestros “pensadores nacionales”, convencidos de que por copiar a List o Maurras, y no a Kant o a A. Smith, estaban produciendo “pensamiento nacional”. Cualquier lector de Criterio sabe que, como es el caso del cristianismo, el pensamiento y las creencias ignoran las fronteras nacionales, circulan y se enriquecen con el debate múltiple, y languidecen cuando los Estados interponen barreras.

También sabemos, por experiencias dolorosas,  que el virus del nacionalismo intelectual ha prendido fuerte entre nosotros. No sólo en los intelectuales que persiguen el esquivo “ser nacional”, sino en nuestra cultura media, que es básicamente nacionalista. Lilia Ana Bertoni estudió sus orígenes, hacia fines del siglo XIX, y Loris Zanatta mostró su destructivo desarrollo a partir de 1930. Tenemos un mito del pensamiento nacional como todo el mundo, es cierto, pero un poco más, y en formas específicas. En el siglo XX, el nacionalismo fue el ancla de los grupos tradicionales, desbordados por la inmigración masiva, pero también fue un instrumento con el que los inmigrantes procuraron arraigar en el país. A principios del siglo, eran italianos quienes animaban los círculos nativistas, vestidos de gauchos y bailando el pericón, según estudió Adolfo Prieto.

Pero lo decisivo fueron los grandes actores, con poderosa capacidad para intervenir. En primero lugar el Ejército, quien desde 1900 se proclamó guardián último de los valores nacionales, encarnados en el territorio de la patria; cada fracción del territorio –como las Malvinas– era parte esencial de esa integridad. Lo acompañó la Iglesia católica –la preconciliar e integrista–, que proclamó a la Argentina como una “nación católica” y se asoció con los militares para conquistar el Estado y destruir a cosmopolitas, masones, liberales y comunistas. Finalmente, se sumaron a esta trinidad los grandes movimientos populares y democráticos –el radicalismo yrigoyenista y el peronismo– que coincidieron en una versión similar aunque diferente de la unidad nacional, encarnada en este caso en el pueblo y movilizada contra la oligarquía y la antipatria.

Con sus diferencias, los tres insumos se convirtieron en un producto, sólidamente asentado. De él surgieron las dictaduras militares de 1943, 1966 y 1976, con su Guerra de Malvinas, y también los gobiernos populares, incluyendo el actual. En 1983 muchos nos ilusionamos con la posibilidad que se abría para exorcizar al “enano nacionalista”. La nueva Secretaría nos recuerda que sigue allí, con sus peores atributos activos, aunque aparentemente consagrado a fines más modestos, como las elecciones o el pane lucrando. Pero, como con el genio de Aladino, nunca se sabe cuando se soltará.

15 Readers Commented

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  1. lucas varela on 3 julio, 2014

    Celebro Sr Moreno su fina consideración al mencionar al Dr. Foster, sacarlo de la fila correspondiente a los “enanos nacionalistas” y reubicarlo, muy elegantemente, en la fila de las víctimas «de la politización facciosa que obnubila».
    Identífico también su fina pluma, en un panfleto difamatorio titulado “Gracias, la sociedad sabe pensar por sí sola” del Club Político Argentino al que pertenece.
    De todo lo dicho por Ud., lo importante es lo que no ha dicho. Como siempre ocurre en estos casos extremos de “ideocracia” (La Nación, Clarín) derivado a una “ideofobia” violenta, intolerante, y nunca inocente.
    Merece un comentario su referencia a los lectores de Criterio. Ud está en lo correcto al suponer que nos enriquecemos con el debate múltiple. Pero, dígame Ud. cómo dialogar con un intelectual que propone tan poco contenido y tanta descalificación?
    Yo le pregunto a Ud. Sr. Moreno ¿Ud. sabe cómo piensa el Dr. Foster?. Sabiéndolo, y siendo sincero, no se atrevería a escribir lo que escribe.
    Difícil tarea es, amigo Moreno, decir siempre la verdad. Pero más difícil aún cuando no les es dado decirla gratis.
    Le sugiero leer el comentario del Sr Roberto O´Connor en http://www.revistacriterio.com.ar/nota-tapa/documento-gracias-la-sociedad-piensa-por-si-sola/

  2. Juan Carlos Lafosse on 4 julio, 2014

    Este ¿artículo? no contribuye a la paz, ni al diálogo ni mucho menos al encuentro de los argentinos. Simplemente es una vergüenza llena de odio e ignorancia, una catarata de adjetivos y agresiones combinada con rebuscados seudo argumentos intelectualoides, cuyo único logro es insultar la inteligencia de los lectores y el buen gusto incluso.

    Pretender asemejar, en cualquier sentido, el gobierno argentino con el fascismo, el nazismo y el stalinismo, revuelto además con las dictaduras atroces que sufrió nuestro país, es tan ridículo que no merece ningún análisis.

    Quién sí nos debe una respuesta es Criterio, que al publicar textos con este nivel de ofuscación se hace responsable frente a sus lectores y la sociedad toda. Generar violencia de esta manera es un pecado y espero que la Iglesia se ocupe de repudiarlo como corresponde.

    Como argentino y católico preocupado por el viraje hacia la idolatría del dinero que propone abiertamente esta revista, quiero insistir con mi pedido a todos sus lectores para que lean “La alegría del Evangelio” y comparen lo que nos pide nuestro Papa con estos exabruptos fanáticos y absurdos.

    El fin de semana del 27 al 29 de Junio, en Mar del Plata, se realizó la «Semana Social 2014», con el tema «El Papa Francisco y la Cuestión Social», organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, donde el tema del diálogo social para forjar la “cultura del encuentro” que nos pide el Papa fue recurrentemente analizado y su enorme importancia quedó clara para todos los asistentes.

    Es evidente que el Sr. Romero no asistió, ni está enterado del pensamiento de Francisco, pero cultiva fervorosamente lo que en su presentación el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel denominó “monocultivo de las mentes”, faccioso por añadidura.

  3. Gonzalo Fernandez on 4 julio, 2014

    Sr. Varela, ¿quién es el Sr. Moreno?

  4. Eduardo Miranda on 4 julio, 2014

    De las posturas (gobiernos) nacionalistas y populistas («seudo») ya estamos hartos de sus pesimos resultados. «Por sus obras los reconocereis».

    • lucas varela on 4 julio, 2014

      Estimado Sr. Miranda
      El tema nacionalismo y populismo es interesantísimo de debatir. Y seguramente, podremos coincidir o no en algunas ideas. Lo importante es ejercitar la libertad de diálogo para que, eventualmente, podamos crecer mutuamente.
      Es necesario y suficiente, ser sincero y tolerante con las diferencias. La tolerancia se ejercita con el uso de nuestra libertad. La sinceridad es hija de la independencia intelectual. Quiero ser dueño de las ideas, no su esclavo.
      Le confieso que necesito diálogo, no violencia como la de nuestro amigo Romero, por eso hago el esfuerzo de escribir.
      Un saludo cordial

    • Que vuela el neoliberalismo que nos hizo tan bien.Aramburu-Alsogaray fusilamientos, Onganía Krieger Vasena, Videla Martínez de Hoz, Menem-Cavallo, De la Rúa-Cavallo

  5. PABLO GONZÁLEZ on 4 julio, 2014

    Este lamentable desaguisado del gobierno ha dado pie para un artículo en donde el autor aprovecha para desgranar las ideas del «Nuevo Orden Mundial» cuyo mentor más acabado de los últimos tiempos es Francis Fukuyama, desconociendo las raíces hispano católicas de nuestra patria. No estoy de acuerdo con la creación de una secretaría propia de los soviets, pero tampoco con el pensamiento universalista que procura destronar a Cristo, para colocar en su lugar al naturalismo racionalista e inmanentista, apartando al Dios personal del cristianismo de la vida de los argentinos. El amor a la Patria y a la Virgen de Luján deben seguir ocupando el lugar que les corresponde por tradición en la Argentina y no debemos comprar la oferta de adorar a la Diosa Razón que los iluministas, guillotina mediante, colocaron en Notre Dame de París. Pablo González

    • ¿Qué piensa del pensamiento nacional de Manuel Gálvez.Además no solo somos hispanos.Muchos inmigrantes cambiaron la cara de este país como bien lo vió Hipólito Yrigoyen.¡Hace 25 años cayó el muro de Berlín!

    • ¿Y las raíces de los pueblos aborígenes?.»nuestros amigos los indios» San Martín Artigas J M de Rosas.

  6. Martín Campos on 4 julio, 2014

    Con la publicación de esta nota y otras de similar tenor, la Revista Criterio muestra claramente su línea editorial. Claramente se erige, como siempre, en vocero de ciertas líneas internas del catolicismo argentino a lo que ahora suma la acción de oponerse a los nuevos lineamientos y directivas de la administración Bergoglio en la Santa Sede.
    Por suerte, el actual Papa parece que se ha tomado en serio la defensa de la iglesia católica especialmente ante las reiteradas agresiones del imperialismo representado por el capitalismo financiero global apoyado en el venenoso discurso del protestantismo, viejo enemigo de la Santa Sede.
    No hay que olvidar que las corrientes liberales pro imperiales dentro de la iglesia perdieron su liderazgo con la muerte del papa cómplice del imperio, JPII y mas aún con la resignación del papa alemán sobrepasado por las tramas oscuras y corruptas organizadas por el hoy desplazado Tarcisio Bertone.
    Mas le valdría al pequeño personaje autor de este publicitario folleto lleno de odio y resentimiento por aquello que nunca podrá entender y que se auto proclama profesional y académico, dejar de lucrar redactando este tipo de diatribas y contentarse con tener una tribuna en la UBA desde donde lanzar sus venenos a la cabeza de algunos ingenuos e inadvertidos jóvenes troskistas que todo lo creen.

  7. Alberto José Arias on 5 julio, 2014

    Si el ser humano es uno e individual; si es en verdad diferente, en su individualidad, a todos los otros seres humanos, es notorio que no puede existir un pensamiento único, como no puede existir un país único ni un idioma único en el mundo (Napoleón, Ciro, Alejandro, Atila, etc. ninguno de ellos pudo conquistar todo el mundo, y nadie podrá en el futuro). Es un despropósito haber creado esta Secretaría de Ordenamiento Estratégico… porque nunca jamás podrá haber un pensamiento único nacional; es esto una contradicción en sus términos y todos conocemos el principio de no-contradicción desde Aristóteles: Nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en idéntico sentido. Si cada hombre es en verdad libre, no puede integrar, junto con todos las demás personas, un pensamiento único nacional porque dejaría de ser libre.
    Que Dios nos bendiga a todos y que el Espíritu Santo oriente a nuestros gobernantes
    Alberto José Arias
    Abogado (UBA)

  8. lucas varela on 5 julio, 2014

    Estimados amigos,
    Entiendo, valoro, y siento un profundo placer al ver la diversidad de visiones sobre un mismo tema.
    Creo que el concepto de referencia para poder generar otros, es el expresado por el Sr. Alberto Arias: no puede haber un pensamiento único. Somos individuos, humanos, falibles y contradictorios. El pensamiento es dinámico, y es hombre.
    Con respecto al pensamiento nacional, ya deberíamos hablar de «Los pensamientos», y lo nacional esta por verse. Por lo pronto, me identifico con conceptos tales como la patria, el papa, la identidad nacional, la unión, y tantas cosas más que podrían identificarnos en la diversidad como argentinos.

  9. Roberto O'Connor on 5 julio, 2014

    Estimados amigos:
    a esta altura de la discusión, creo que está claro que el gobierno nacional cometió un error: o se equivocó al poner el nombre de la Secretaría; o se equivocó al designarlo a Forster, quien no sería acorde con esta tarea. Pero ambas cosas al mismo tiempo no parecen posibles.
    Por otro lado, tampoco parece que Forster necesite dineros oficiales para vivir, hacerse conocer, o trabajar en la filosofía, por lo cual no se hace necesario desmerecerlo porque acepte un cargo oficial.
    Otra cosa es el conjunto de pequeñas hipótesis que el Dr. Romero propone como fundamentos, destinada a probar cosas que tal vez pasarán. Yo estimaba que Romero es historiador, no futurólogo.
    Si bien es cierto que con frecuencia vamos al pasado para vislumbrar el futuro, no parece muy preciso comparar este gobierno con ciertas formas de totalitarismo. Ni siquiera creo que podamos compararlo con el primer peronismo (esto puede ser tomado a favor o en contra, al criterio de cada uno).
    Otra cosa es la hipótesis del «enano nacinalista», lo que parece un tanto impreciso y algo grandilocuente. No me imagino a Erich Fromm explicando los totalitarismos por la hipótesis del enano fascista.
    Como al pasar, también, Romero parece explicar también por esta hipótesis los dos más grandes movimientos políticos y sociales que ha conocido la Argentina: el yrigoyenismo y el peronismo. ¿No será simplificar medio mucho? ¿Y los contextos internacionales? ¿Y las claseso sociales?¿Y las estructuras económicas?¿La generación de pobreza, exclusión, hambre?
    Otra idea es la «estratégico». Sí, es cierto, viene de la vida militar, pero, ¿no lo utilizan acaso en la vida cotidiana hasta los más sencillos comercios, no se enseña para la economía?¿Connota necesariamente la antinomia «amigo/enemigo», «patriota/traidor»? Estimo (otra vez) que si un alumno de la universidad hiciera este uso de estas categorías debería rehacer su trabajo…
    Por último, lo que no me viene pareciendo poco, ¿no sería bueno que quienes escriben en Criterio se tomen de vez en cuando el trabajo de contestar algunas preguntas que nos formulamos los lectores? ¿Es correcto abrir el espacio para debatir, pero nunca contestar? ¿No debería al menos exhibirse la razón para no contestar?
    Un abrazo a todos

  10. Luis Alejandro Rizzi on 9 julio, 2014

    La hipocresía y el cinismo para crear una Secretaría de Ordenamiento Estratégico del Pensamiento Nacional, se puso de manifiesta hoy 9 de julio con lo dicho, no me animo a considerarlo un discurso, por el procesado vicepresidente Amado Boudou en Tucuman. Obvio el «pensamiento nacional» se reduce y reducirá para convertir a «él» y a «ella» como fundadores de una nueve y diferente Argentina.
    La nota de Romero es buena pero no es necesario ahondar en la historia, porque esta secretaria solo tiene una finalidad, desarrollar una suerte de nueva «melomanía k»

  11. Juan Carlos Lafosse on 14 julio, 2014

    El Ministerio de Cultura de la Nación invita a la presentación del programa de actividades 2014-2015 de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional el próximo miércoles 16 a las 11 hs. en la sede del Ministerio, Avda. Alvear 1690, CABA.

    Es una buena ocasión para escuchar ANTES de criticar.

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