Reseña de Papeles falsos, de Valeria Luiselli (Ciudad de México y Madrid, editorial Sexto piso)
Esta edición, publicada en México y en España en 2010, recientemente se distribuye en Buenos Aires. Mexicanísima, como todo mexicano que se precie, Luiselli (1983) es colaboradora de Letra Libres y ha publicado en periódicos como The New York Times. Tenía 27 años cuando dio a conocer esta obra tan letrada y poética, a la vez que entretenida.
Su infancia transcurrió tras las misiones de su padre diplomático. Su madre fue seguidora del subcomandante Marcos en Chiapas. Y su pareja en Nueva York, con quien tuvo una hija, fue el escritor Álvaro Enrigue, autor de la novela Muerte súbita, donde imagina un duelo en tenis entre Quevedo y Caravaggio.
Luiselli tiene una visión histórica y universal con importantes lecturas (Joseph Brodsky, Ruben Darío, Quevedo, Chesterton, Ezra Pound, Bergson, Gastón Bachelard, Sebald…) que recuerda con gracia y oportunamente.
Buscar una tumba en el pequeño pero confuso cementerio de Venecia, referir la falta de mapas sobre la urbanización de México y los ríos que alimentan la laguna subterránea que alguna vez asombró a los conquistadores son temas de su interés. Además, las historias de Hernán Cortés y la princesa Malinche no podían faltar en la tierra de Sor Juana Inés, Octavio Paz y Juan Rulfo. Curiosa, cuando estudia portugués, por ejemplo, quiere desentrañar el sentido de la palabra saudade.
Dinámica, recorriendo sus paseos en bicicleta, confiesa: “Nunca he sido como esa clase de personas –a las que envidio profundamente– que son capaces de perderse en la contemplación del vuelo de un pájaro”. Soy, dice, “demasiado impaciente para encontrar poesía en los ritmos suaves de la naturaleza”.