(España-Argentina, 2009). Dirección: Gerardo Herrero
Esta película es como un juego de revelaciones. También lo es el libro del uruguayo Hugo Burrel en que se basa, y que el guionista Nicolás Saad muy bien ha sabido adaptar. Intentemos, pues, darle algunas pistas al lector que no conozca la novela, pero serán forzosamente pistas medio vagas, para no arruinarle la visión de la película. Como sea, lo seguro es que apenas la vea querrá ir a la librería, un poco esperando confirmar lo que sospecha, pero más aún para regodearse con los caracteres, las situaciones y las frases que acaban de admirarlo.
¿De qué se trata? Podríamos decir, de un tipo joven que a la noche, por la costanera y alrededores, prefiere correr lo más ligero posible en vez de trotar como los practicantes de aerobismo. También, de un joven ejecutivo que ha hecho carrera y ahora se ve tensionado por el fracaso de una misión que le encargaron en busca de socios externos, la incomodidad de otra misión, decidir quiénes integrarán la próxima lista de despidos, y la expectativa de cambios en la cúpula, que acaso lo beneficien si su superior lo ve más fuerte y capacitado.
O podríamos decir, se trata del perturbador encuentro de un joven profesional con un hombre raro, entrometido, que quiere ser su amigo, según dice, pero empezará a molestar primero, y a dar miedo después, con su omnipresencia y, en particular, con una cínica, dominante y precisa visión de diversos hechos. Un hombre extraño, inquietante, que a cierta altura ya no nos parece siquiera humano. ¿Es la encarnación de una idea, quizá? ¿Es la Conciencia? ¿El Otro Yo? ¿Acaso es la Serpiente, como cabe suponer en la visita a un lugar espurio? ¿O es simplemente el enviado (o Enviado) de los posibles socios externos, para manejar a su manera la empresa, empezando por la captación de la gente, o su reubicación? Ninguna de estas interpretaciones eliminará enteramente a la otra. En todo caso, aquella de la Serpiente resulta muy superior a la ostentada en el aparatoso film norteamericano El abogado del Diablo. Y es superior, precisamente porque el sujeto se mueve más cerca de lo normal, no hace grandes ofrecimientos, ni orgías babilónicas como aquel otro, ni siquiera grandes demostraciones de poder: le basta algo chiquito, tipo “te conozco, sé dónde vives, sé dónde están tus hijos ahora”.
Pero lo más probable es que no sea el Diablo: sería una explicación demasiado cómoda, y dejaría afuera la propia capacidad de determinación del protagonista frente a hechos cotidianos. Es muy cómodo atribuir ciertas cosas a las fuerzas malignas del Más Allá, sobre todo cuando esas cosas sacan a la superficie actos decididos por nuestra propia cuenta. ¿Estaremos hablando, entonces, de una Conciencia Endemoniada? Ah, cada quien puede interpretarlo a su gusto. El asunto es que los espectadores nos sentimos tan atrapados como el joven, pero por razones distintas. A él se le ofrece una variante fáustica. A nosotros, una película inquietante, bien hecha, muy bien actuada. Una fábula moral para tiempos actuales, quizá.
Agreguemos que la variante fáustica ni siquiera exige la firma de un contrato. Es, como hoy diríamos, un regalo de lanzamiento. Después veremos de qué lanzamiento, y qué ataduras arriesgamos tener al tolerarlo (ni siquiera recibirlo), recordando que muchas veces la sola tolerancia de ciertos actos es, en los hechos, una aceptación.
Agreguemos también, con placer de espectadores, que el personaje misterioso está a cargo de Miguel Ángel Solá, formidable, preciso, poniendo con mínimos gestos el peso de su presencia en cada escena, y el peso de la levedad en cada sentencia (recordemos solo una, cuando hace dudar al joven ejecutivo con una observación de la calle: “Subir es difícil. A bajar, todos te ayudan”). Agreguemos que además se lucen Ricardo Díaz Mourelle, un contador que recuerda ciertas formas de ascenso, Marta Lubos, desquiciada y resentida viuda de un directivo cuya muerte abrió espacio para otros, Vicente Manuel y Roberto Vallejos, un ex policía y su hijo, Luciano Cáceres, muy breve, como una suerte de contracara del protagonista, Erica Rivas, esposa mitad alerta y mitad cómplice por aceptación, y Leonardo Sbaraglia en el rol principal.
Director, el español Gerardo Herrero, más conocido como productor notable (citemos apenas su participación en las de este año, El secreto de sus ojos, Las viudas de los jueves), y menos apreciado como director, rubro en que suele ser algo irregular. De las recomendables que hizo, citemos con todo aprecio El misterio Galíndez, Heroína (lucha de una madre contra la droga), Las razones de mis amigos (incidencia del préstamo de dinero en la amistad) y ésta que ahora vemos. Ésta es de las buenas, en todo sentido.
11 Readers Commented
Join discussionyo fui el domingo a ver la peli y la verdad no la entendi… quisiera que me den una sonopsis de la película, ya que no voy a leer el libro y me encantaría poder entenderla.
garcias
Caro (perdón por la confianza) creo que te lo han explicado en la parte superior, yo no la entendía hasta que leí lo que acá está escrito. Tampoco pienso ir corriendo a comoprar el libro, la peli es medio aburrida, así que no me bancaría un libro que además debe ser tan entreverado como el film. Sencillamente un joven «corredor» que siente que con esas corridas nocturnas puede alejarse de sus problemas. Es medio ventajero para llegar a lo que quiere (se ve con la presencia de la viuda). ¿Miguel Angel Sola qué papel juega?, el que vos quieras: el de la conciencia, el de las metas, el de la envidia,… no es una «persona real», es más, hasta sería un «agente del mal» (pero no el diablo): todos mueren en condiciones drásticas y el flaco asciende. Hasta el viejo («jefe») que «aparentemente se tira por la ventana».
El flaco, «aparentemente» había abandonado su flia por su trabajo («primero su trabajo») pero al final de la peli la esposa aparece (eso me descolocó).
Imaginate como que Solá es un ente, no importa quien lo ve o quien no, está pero no es. Compicada la cosa. Mucho para mí.
Me pareció una película excelente. Se encuentran en ella muchos elementos o líneas para analizar: La crisis mundial actual, los valores que el capitalismo destruyó ( protagonizados por la «vieja «), la destrucción de la familia en pos de un objetivo que supuestamente será buena para ella pero que terminará disolviéndola, los monopolios internacionales manejando hasta la vida íntima de quien cae bajo sus redes, correr de noche cuando la conciencia , si duerme, hablará a través de los sueños, nadie escapa de sus propios errores, represiones, miedos, ansiedades. Otra advertencia, ¡Cuidado con los psicólogos, suelen ser muy manipuladores!
Cabe otra interpretación intermedia. El personaje de Sola realmente existe. Por eso el personaje de la esposa lo ve y por eso vuelve a aparecer un personaje del pasado del personaje de Leo que es re-contratado. Lo que no existe son algunos diálogos o la asignación del mal que la mente de Leo hace sobre el personaje real de Sola. Por ej: la película muestra que el personaje de Leo es un enfermo por los celos, a tal punto que»quema» a una ex compañera de trabajo entregando fotos de ella desnuda por toda la oficina. Por esos mismos celos, al ver que su mujer se siente atraida por el peronaje de Sola, inventa lo de las filmaciones, para desacreditarlo. Por otra parte, es evidente que la empresa necesita un sucesor del americano que se va a retirar, así que no es raro que venga a cumplir esa función de seleccionador. Necesita probar hasta donde Leo es capaz de trepar, a que precio y conque sacrificio. Si se vuelve a repasar la película verán que no hay tal acecho. Los primeros acercamientos son sutiles y amigables. Cuando el personaje de Sola demuestra interes en la mujer de Leo, ahí se pudre todo y aparece «el mal»:
Me gustó mucho la película, es atrapante. Creo que es una gran metáfora (del bien, el mal, la ambición, de la situación actual, etc…), que todo pasa en la cabeza del personaje principal solo que la trama es surrealista como los libros de Sábato que muestra imágenes muy realistas y te deja pensando hasta qué punto es una metáfora o no?, o las obras de dalí que muestras sueños reales despojados de moral…
Creo que el personaje de Miguel Ángel Solá, es como un recurso para personificar esa parte oscura… por ejemplo, «estaba presente» en la cena con la mujer (cuando le habla de lo posesiva que era y que arruinó la velada)… lo interpreté como que solo estaba Sbaraglia y Rivas, ella logró tocar el tema de su ambición, celos…. y por eso a él le molestó, estalló y se fue, se escapó,…. creo que todo cierra ahí en escapar de los problemas, y que lo proyecta en una figura que es la que representa el personaje de Miguel Ángel Solá.
mmmm, pues yo creo que el protagonista desarrolla un trastorno de personalidad consecuencia de su estrés y fracaso reciente, por lo que crea un personaje alterno, que es su otro yo, por medio del cual se deshace de sus jefes superiores para llegar a ocupar ese puesto, por eso el investigador nunca lo encuentra porque es el mismo Eduardo quien lo sigue y lo asesina, así como a los demás, hasta quedar solo y ser el director, en ese momento desaparece su personaje alterno, ya no lo necesita.
La película me pareció excelente, con una trama argumental absolutamente bien armada, sin fugas de ningún tipo, al menos yo no las encontré, leyendo los posteado todos de alguna forma u otra se acercan a la «VERDAD», si tengo que elegir un comentario para que me represente y no volver a reescribir las mismas palabras que otros ya han expresado tan bien, elijo el de julio, al igual que él creo que Solà, es la parte oscura de Sbaraglia y en la cena precisamente es el momento en que me doy cuenta de eso, de que Solà no está ahí, Rivas no lo ve en lo absoluto, el recurso es genial.
Caro: Acabamos de ver la película y fue un desastre. No entendimos nada. Empezamos a ver escenas a ver si la descifrábamos, y tampoco. Buscamos si alguien nos la explicaba y vimos todas las teorías que escribieron; fue un alivio ver que hay muchos q tampoc entendieron un pomo. Evidentemente la culpa es del director… o del guinista… o directamente del escritor, no sé. Los actores hicieron lo q pudieron, pobres.
De todas las teorías que tiraron nos quedamos con la de Juan: «Imaginate como que Solá es un ente, no importa quién lo ve o quién no, está pero no es». Malísima.
Solá es el costado ambicioso de Sbaraglia, es lo que Sbaraglia hizo para sacarse de encima a su compañero de trabajo, su amante y el gerente anterior, y que ahora, ya pasados varios años, se niega a reconocer. Esa ambición vuelve a surgir ahora con la posibilidad de volver a trepar de puesto en la compañía de seguros. Solá no existe en realidad. Se ve claramente esto cuando en la cena Sbaraglia se sienta al lado de él… ¿a nadie le llamó la atención que se sentara al lado de la persona que declaró claramente su enemigo, a quién amenazó de muerte, y odió durante toda la película, y no al lado de su esposa, su proclamada aliada y confidente? Solá y Sbaraglia son uno solo: el costado perverso y ambicioso y el lado preocupado y coherente de la misma persona.
conocen algún lugar para descargar el libro.
¿Alguien me podría decir ahora una frase de la película? Cuando ellos están hablando en un bar, él le dice algo como q un certificado o un diploma no demuestran el talento o algo así de una persona… ¿quién la sabe textual o de donde la puedo sacar? 🙂