Debates para el diálogo, sección que inauguramos en Mayo de 2009, tuvo un incremento muygrande de visitas en la web. Hace un año registrábamos 24.030 que, a Marzo de 2012, se incrementaron un 60%: 38.565 visitas, de 16.256 personas.Los debates interesan porque muestran una pluralidad de enfoques sobre temas morales que se plantea la sociedad. Por su vigencia, los lectores continúan accediendo a ellos una vez publicados y amplían la discusión ofreciendo sus puntos de vista.
Ya publicamos 8 debates, seleccionados por la importancia y vigencia de los temas, la autoridad de quienes los discuten y su repercusión en los medios. Cada uno muestra puntos de vista diversos y hasta encontrados, cuya difusión hacemos con ánimo de promover el diálogo y no el desencuentro.
Los lectores participan desde un espacio en la web y en la revista, planteando sus dudas, coincidencias o divergencias. Gustavo Irrazábal, teólogo moral, reflexiona sobre cada debate y responde dudas de los lectores. Los temas, mayormente complejos, inciden en la vida diaria de la Iglesia y de la sociedad.
Debates para el diálogo fue el primer intento de generar un puente entre nuestra edición impresa y la web, dadoque son alrededor de 10.000 los lectores de la revista y más de 400.000 las personas que accedieron a nuestro sitio en 2011. Sobre este punto publicamos una estadística en la página 28.
A continuación mostramos un resumen de cada debate, ubicados de acuerdo al ranking de visitas que recibieron; consignamos la fecha de su publicación, el número de personas que se interesaron en su contenido y la cantidad de visitas (lascaracterísticas de la sección hacen que el lector acceda varias veces a la web, para completar su lectura o dialogar con otros lectores).
El debate que suscitó mayor interés fue el de La comunión a los divorciados vueltos a casar (26% de las visitas), seguido de los que trataron sobre La educación sexual en las escuelas (19%) y El celibato sacerdotal (17%).
Arturo Prins | Buenos Aires
1/ La comunión a los divorciados vueltos a casar
El incremento de divorciados vueltos a casar en el ámbito civil dio lugar a reflexiones pastorales sobre su acceso a la comunión eucarística. La exhortación apostólica Familiarisconsortio de Juan Pablo II (1981) no la admite. La carta pastoral de los obispos alemanes del Alto Rhin (1993) pide que se la autorice en ciertos casos, pero fue desestimada por la Congregación para la Doctrina de la Fe (1994) que presidía el cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa. Benedicto XVI, en sintonía con los obispos reunidos en un Sínodo sobre la Eucaristía (2005), publicó la exhortación apostólica Sacramentumcaritatis (2007) en la que no admite la comunión de los divorciados vueltos a casar.
FECHA DEL DEBATE: MARZO 2010
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 9.959
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:26%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 4.526
2/ La educación sexual en las escuelas
En 2006 se promulgóen la Argentina la ley 26.150 de Educación Sexual, de aplicación en todas las escuelas, públicas y privadas. Luego los ministerios de Educación y de Salud editaron documentos para quienes tienen a su cargo la educación sexual y la prevención del SIDA. Ambos textos dieron lugar a un intenso debate, iniciado por el arzobispo de La Plata, monseñor Aguer, quien, el día que asumía su cargo el nuevo ministro de Educación, Alberto Sileoni, dio a conocer un mensaje muy crítico que originó la réplica del funcionario y de especialistas.
FECHA DEL DEBATE: OCTUBRE 2009
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 7.291
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL: 19%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 3.246
3/ El celibato sacerdotal
Iniciamos este debate con la publicación de un documento de teólogos alemanes –Joseph Ratzinger entre ellos– que hace 40 años pedía una mirada diferente, a propósito de la encíclica de Pablo VI, Sacerdotaliscaelibatus.
Luego presentamos la información sobre el celibato en diversos medios periodísticos y, finalmente, publicamos reflexiones de distintas iglesias y confesiones religiosas, además de la Iglesia Católica; convocamos a representantes de cada una de ellas, que manifestaron sus diversas miradas: la que mantiene el celibato, la que lo rechaza y las que lo consideran opcional.
FECHA DEL DEBATE: JUNIO A NOVIEMBRE DE 2011
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 6.431
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:17%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 2.956
4/ El matrimonio civil entre personas del mismo sexo
En varios números de la revista nos ocupamos del debate sobre la ley 26.618, que modificó el Código Civil argentino y habilita a las personas del mismo sexo a contraer matrimonio. En primer lugar publicamos los principales dictámenes de la Cámara de Diputados de la Nación. Luego varios testimonios de especialistas, medios periodísticos y lectores. Finalmente, una vez sancionada y promulgada la ley, representantes de Iglesias y de confesiones religiosas se refirieron a las repercusiones que la situación plantea en el vínculo entre fe y cultura pluralista y secularizada.
FECHA DEL DEBATE: JULIO A DICIEMBRE DE 2010
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 5.741
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:15%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 1.454
5/ La Humanae vitae de Pablo VI, 40 años después
Fue el primer debate que publicamos, suscitado por el cardenal Carlo Maria Martini, quien fuera arzobispo de Milán, a raíz de su polémico libro Coloquios nocturnos en Jerusalén. Martini, que dialoga con el jesuita austríaco GeorgSporschill, se refirió, entre otros temas, a la encíclica Humanae vitae (1968) de Pablo VI, que condena la anticoncepción, cuestión que adquirió relevancia por la discusión sobre el uso del preservativo en la prevención del SIDA. Las reflexiones del cardenal Martini suscitaron opiniones favorables y adversas, en el país y en el exterior.
FECHA DEL DEBATE: MAYO DE 2009
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 3.692
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:9%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 1.639
6/ El polémico caso de EluanaEnglaro
El caso fue muy discutido en Italia. Eluana tuvo un accidente automovilístico a los 20 años, en 1992, y desde entonces vivió en estado vegetativo. Su padre pidió a la justicia que lo autorizara a desconectar el tubo de alimentación de su hija, pues ella, al ver a un amigo en coma por otro accidente, le había expresado que si le tocaba atravesar una situación análoga no le extendiera la vida artificialmente. El fallo de la justicia italiana fue favorable y Eluana murió en febrero de 2009, desatando fuertes críticas en Europa y en nuestro país, que reflejamos en estas páginas.
FECHA DEL DEBATE: JUNIO DE 2009
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 2.715
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:7%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 1.252
7/ Obama en Notre Dame: ¿es posible dialogar sobre el aborto?
La Universidad de Notre Dame, en los Estados Unidos, otorgó un doctorado honoris causa al presidente Barack Obama. El hecho provocó un debate de proporciones por contradecir a la Conferencia Episcopal norteamericana que, en 2004, pidió que las instituciones católicas no honraran a quienes “desafían nuestros principios básicos”. Se consideró que éste era el caso de Obama, debido a su postura frente al aborto. Su discurso en Notre Dame para unos tendió un puente al diálogo y para otros fue una estrategia para consagrar el derecho al aborto.
FECHA DEL DEBATE: AGOSTO DE 2009
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 2.034
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:5%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 866
8/ Los obispos frente a los asuntos públicos
El cardenal suizo George Cottier, de 88 años, teólogo emérito de la Casa Pontificia, elogió a Barack Obama por su discurso en la Universidad de Notre Dame. Ello originó la réplica del obispo de Denver (Colorado), Charles J. Chaput.
A su vez, el arzobispo emérito de San Francisco, John R. Quinn, de 81 años, quien presidió la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, publicó su opinión en la revista jesuita America, trascendiendo la cuestión del aborto para referirse a las actitudes de aproximación y diálogo que deberían tener los obispos frente a los asuntos públicos.
FECHA DEL DEBATE: DICIEMBRE DE 2009
NÚMERO DE VISITAS AL DEBATE: 702
% DE VISITAS SOBRE EL TOTAL:2%
PERSONAS QUE VISITARON EL DEBATE: 317
Últimos ecos del debate anterior
Selección de opiniones recibidas en la web
Criterio Nºs 2371/73/76
Celibato sacerdotal:
A favor del celibato opcional
Encuentro poco satisfactoria y un tanto ambigua la reflexión del teólogo Gustavo Irrazábal, con el cual suelo coincidir.
Escuchar la voz del célibe «acerca de su propia experiencia de vida» en relación con su carisma, es algo provechoso y factible, pero de por sí los debates instalados no han impedido a nadie realizar tales manifestaciones. Que falte esa voz de parte de los sacerdotes célibes no es una omisión insalvable y quizá se debe a que ellos no consideran oportuno publicitar su vida y logros en el ministerio. Si en otras épocas ha habido tales declaraciones, no son voces del presente.
Por descontado se admite que existieron y existen sacerdotes que honran su condición, viven con alegría interior a pesar de pruebas y dificultades. Así sucede porque pertenecen al número de los que poseen el auténtico carisma del celibato.
Nadie niega la grandeza de este ideal pero no se puede pretender que los encargados de enseñar la doctrina de salvación, celebrar la liturgia sacramental y guiar al pueblo de Dios, estén todos bajo una misma vocación. No es eso lo que entendió Cristo, quien eligió a sus Apóstoles entre casados. Ésa fue la actitud de la Iglesia primitiva. En el Concilio de Nicea (año 325) la mayoría rechazó la moción de imponer el celibato. Nadie podría pensar que se hayan equivocado Cristo, los Apóstoles, la Iglesia primitiva, los padres conciliares…
En este punto el debate se plantea de modo exclusivo en relación con una fracción altamente significativa de los sacerdotes del rito latino, que pertenecen al clero secular o diocesano. No entran los sacerdotes del rito oriental, ni los obispos ni los diáconos permanentes del rito latino, ni los sacerdotes llamados «religiosos» que profesan los consejos evangélicos. Se trata, entonces, de poner en claro la conveniencia o necesidad de modificar el régimen celibatario de los presbíteros del clero secular, para que el celibato no sea ya una condición sine qua non del sacerdocio sino que entre en vigencia el celibato opcional.
Quiero hacerme eco del sabio enfoque de un autorizado vocero de la tradición oriental, monseñor DamaskinosPapandreou. A invitación de la Curia Romana, este obispo ortodoxo brindó, con otros autores, su reflexión acerca del celibato en el libro Sólo por amor, editado por San Pablo en Italia y Buenos Aires, a pedido de la Congregación para el Clero. Reproduzco algunos de sus pensamientos:
“La posición ortodoxa, en lo que al matrimonio y al celibato se refiere, la determina la antigua tradición patrística y la costumbre de la Iglesia, que velan por el profundo contenido teológico del sacramento del matrimonio al igual que por la espiritualidad eminentemente personal de la disciplina del celibato. El matrimonio según el Señor y el celibato por el Señor son dos formas diferentes de espiritualidad, es cierto, pero válidas por igual para vivir plenamente el contenido de la fe”.
“Cada cual puede seguir una o la otra, según la propia vocación personal y sus carismas específicos. La Iglesia bendice por igual las dos (…) y las iglesias ortodoxas no tienen predilección por una más que por la otra (…) Esta conciencia de la Iglesia se definió en la tradición patrística ya en los primeros siglos (…)”
“La tradición y la costumbre ortodoxa, por tanto, honran y respetan el celibato de los presbíteros y alaban su servicio en el cuerpo eclesiástico; al mismo tiempo, honran y respetan al clero casado que igualmente presta el mismo servicio a la Iglesia. La Iglesia Ortodoxa deja que cada uno de sus miembros elija una u otra, guiado por su vocación personal.”
Rodolfo A.Canitano
Al compartir el afecto y la amistad de muchos sacerdotes católicos célibes, valoro este estado. Comprendo también que el servicio de los católicos a la Iglesia puede realizarse, fuese cual fuese la condición que presentemos. Pero tengo la percepción de que los votos que formulan los sacerdotes les impiden reconocer, en muchos casos, su desacuerdo.
Por tanto, abogo para que el celibato sea presentado explícitamente como una opción, conforme a las necesidades misioneras de la Iglesia.
Gracias por el debate.
Daniel Penen
Contra el celibato opcional
Leyendo las reflexiones de las distintas iglesias y confesiones religiosas sobre el celibato, se observa un amplio espectro de posiciones.
La elección de un modo de amar, como el de Jesús que fue célibe, está en la posición de la Iglesia católica. Puede que el celibato hoy no tenga mucho valor para algunos, pero no ocurre así con todos los cristianos.
Decir que el celibato lejos de ser un valor, ha pasado a ser “un escándalo”, como afirma el pastor Norberto Saracco, de la Iglesia Evangélica Buenas Nuevas, me parece infundado. El vocablo “escándalo” tiene un significado etimológico, vulgar, y otro teológico. Refiriéndome a este último, se puede decir que es “un dicho o un hecho menos recto que proporciona al prójimo ocasión de pecado” (Antonio Royo Marin). No advierto que el celibato sacerdotal induzca a alguien a pecar.
El lector, Pbro. José Amado Aguirre, dice que “el celibato, para ser virtud, se debe radicar en la libertad.” Pienso que la libertad la tuvo el candidato cuando asumió el compromiso de la vida célibe,como en la vida matrimonial, en la cual los casadosse comprometen libremente a un amor fiel y exclusivo. No me parece tampoco que la vocación sacerdotal esté “encerrada” en el celibato.
En opinión de otro lector, Guillermo Battro, lo que importa es el amor, no el tiempo dedicado alejercicio ministerial. Por lo que un padre de ocho hijos, dice, puede tener más amor a Dios y al prójimo que un soltero. Puede ser, pero yendo a la concreta disponibilidad de tiempo, no parece que sea sencillo dedicarse a una familia y a la vez al ministerio sacerdotal.
Lo importante para cada uno es seguir su vocación. Si recurrimos al tema de la soledad originaria del hombre, entendiendo por hombre al varón o a la mujer, la soledad lleva a la comunión. No sólo ni necesariamente en el matrimonio. El texto bíblico que sirve de fundamento a ese argumento está referido al matrimonio y a la familia, pero tiene un alcance más amplio.
Se afirma también que los sacerdotes son espectadores de la vida matrimonial y no protagonistas. No pienso en absoluto que la experiencia sea la única vía de conocimiento.
Considero que el celibato es un bien difícil de alcanzar, que no por arduo deja de ser un bien. Y además es meritorio. No se puede o no se debe juzgar todo con los criterios de la cultura actual, que ha sobredimensionado la vida en pareja, aún cuando los vínculos no sean estables.
Prof. María Teresa Rearte
No hay fundamentos escriturísticos
Es notable la disparidad de criterios entre las iglesias cristianas y los representantes de otras tradiciones religiosas con respecto al celibato sacerdotal. Por los testimonios y reflexiones de cada comentario, queda puesto de relieve que no hay fundamentos escriturísticos que avalen este modo de vida. Tampoco para los cristianos, ya que en el Nuevo Testamento no se encuentran datos que puedan darnos a entender que la vida matrimonial pueda atentar contra la misión propia de quien dirige una comunidad cristiana. Más bien todo lo contrario.
Graciela Moranchel
Licenciada y profesora en Teología Dogmática
Un debate innecesario
¿Cuál fue el mandato de Dios?: abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne… No dice que abandonará a sus padres y quedará soltero de por vida. Por más vueltas que le den a la Escritura, Dios nos creó “macho y hembra” y mandó que nos reproduzcamos. Por eso este debate es innecesario.
Marc
Felicitación al rabino Skorka
El rabino Abraham Skorka, con claridad, concisión y erudición, ha expuesto su opinión sobre el celibato de modo inobjetable. Desde mi humilde condición de lector, le envío mis más sinceras felicitaciones por la seriedad y profundidad que expresa.
Dr. José Carlos Garate
Celibato e indisolubilidad matrimonial
La derogación de la ley del celibato nos pondría frente a un gran tema, la indisolubilidad delvínculo matrimonial. Habría, seguramente, más deun caso de sacerdotes no célibes que decidan separarse, y creo que a la Iglesia esta cuestión la paralizaría porque no tendría respuesta alguna.
Luis Alejandro Rizzi
Lo importante: discernir la vocación
En la Iglesia hay espacio y camino para todos, sin que se observen razones suficientes para cambiar el celibato sacerdotal. Lo importante es que haya un correcto discernimiento de cada vocación, ya que los problemas surgen, muchas veces, por haber elegido un camino incorrecto o, ya iniciado el trayecto, por no reafirmar suficientemente y de manera cotidiana el camino elegido.
Mario T.
Necesidad de un nuevo concilio
Se necesita un nuevo Concilio, dado que el Vaticano II dio respuestas a un mundo que ya no existe. La necesidad de ministros casados junto a célibes; el acceso de la mujer, al menos al diaconado; la juventud y la sexualidad, la homosexualidad y el uso de anticonceptivos; las parejas en nueva unión,etc., plantean desafíos y respuestas pendientes. Sin dejar de lado la necesidad de un nuevo lenguaje teológico y de poner a disposición de los fieles los avances consensuados de la exégesis bíblica; también la reducción del poder de la Curia y del Papa,la asunción de que los obispos sean obispos y no dependientes de Roma, la decisión de un ecumenismo práctico que una a las Iglesias más afines aunque falten detalles que se irán puliendo con el tiempo y la vida en común…
Este programa debería ser asumido sin tardanza, porque el tiempo histórico corre y nuestros templos se llenan cada día más de polvo y menos de personas.
Aurelio Carlos Cercone
Reflexión final
Los debates, reflejo de la realidad
Las estadísticas acerca de los debates en Criterio muestran una lógica bastante clara. El número de personas divorciadas y vueltas a casar, sin acceso a los sacramentos, crece sin cesar y genera una profunda tensión dentro de la comunidad cristiana.
La educación sexual en las escuelas despierta también una preocupación extendida, particularmente en estos tiempos de confusión en los cuales, además, el mismo gobierno intenta imponer con recursos del Estado visiones ideológicas extremas y claramente minoritarias.
Que Humanae vitae y la cuestión de la anticoncepción hayan suscitado menos interés, no es sorprendente: la mayor parte de los matrimonios católicos (practicantes incluidos) afrontan hoy el tema desde su propia conciencia.
El menor interés que suscitó la cuestión de la responsabilidad de los obispos ante los asuntos públicos, refleja la ausencia de reflexión crítica sobre temas eclesiales.
El matrimonio “igualitario” ha desaparecido prácticamente de la discusión pública, quizás porque se entiende que tendrá una vigencia cuantitativamente muy limitada. Los problemas bioéticos referidos al final de la vida, como el caso EluanaEnglaro, no tienen entre nosotros todavía la repercusión pública que provocan en otros países. El caso del aborto es distinto, pero suele ser encarado desde premisas confrontativas que hacen difícilentender las perspectivas que pueden abrir acontecimientos como el discurso de Obama en Notre
Dame. El menor interés que suscitó la cuestión de la responsabilidad de los obispos ante los asuntos públicos no encierra mucho misterio: refleja la ausencia de un hábito de reflexión crítica sobre temas eclesiales, como consecuencia del sesgo clerical de nuestra cultura.
Una palabra final sobre el tema del celibato sacerdotal. Mi última reflexión no vuelve sobre la disciplina eclesial, actual o futura, como pareciera entender uno de los “ecos” aquí publicados. Sólo pretende señalar el esfuerzo de comprensión requerido para opinar sobre un estilo de vida que no es el propio, pero sí el de muchas otras personas (no sólo sacerdotes). En la multitud de opiniones vertidas no siempre se advierte ese cuidado.
Gustavo Irrazábal, teólogo moral.
4 Readers Commented
Join discussionQuisiera aclarar que se han puesto mis comentarios bajo el título de «contra el celibato opcional».
No me he pronunciado en favor ni en contra. Sostuve y sigo sosteniendo que es un debate que se debe la Iglesia, que instituyó el celibato.
Mis comentarios se inscriben dentro de una línea de ejercicio del pensamiento, sobre los argumentos allí propuestos en uno y otro sentido.
Si debo decir, y allí lo digo, si el celibato tiene algún valor, pienso que sí lo tiene. Por eso dije que a mi criterio era un bien. Un bien arduo; pero no por eso dejaba de ser un bien. Y que tenía su mérito.
No comparto las posiciones categóricas, acerca de una cuestión que merece ser analizada. Y es lo que hice. Por otra parte, tampoco comparto esa forma diría líneal de desarrollar el pensamiento. Sino que me gusta y me interesa ir haciendo relaciones, frente a un tema complejo, que puede ser éste u otro.
Es decir, no me agrada estar “en contra”; sino pensar, analizar, lo que no implica que no tenga una posición a la cual adhiero. Siempre me defino con relación a las cosas. Pero en pro de algo, que en este caso es tratar de visualizar los valores y posibilidades de la vida célibe. Pero no como un estar “en contra de.”
Espero haberme hecho comprender. Gracias.
Prof. María Teresa Rearte
No me anima el deseo de confrontar; pero sí el de expresar mi punto de vista. El Vaticano II aún no ha sido conocido ni estudiado en todas sus posibilidades.
Personalmente no me siento inquieta por el sacerdocio femenino. Sino porque se reconozca efectivamente la dignidad y vocación de la mujer en la Iglesia. E incluso ministerios que puede desempeñar. Los documentos eclesiales dicen una cosa; pero la realidad es otra.
Algunas aspiraciones de los cristianos son legítimas. Pero otras provienen del laxismo moral. La castidad sigue siendo una virtud. Ni siquiera se la nombra. Hay jóvenes que esperan que reconozcamos esa propuesta de vida. El sida y las enfermedades de transmisión sexual no acosarían la salud pública si se practicara la castidad.
El desafío no es nivelar para abajo; sino una vida cristiana en ascenso. La parroquia que frecuento, y otra que conozco de cerca, no están llenas de polvo. Sino de personas. Y en ocasiones colmadas.
El mensaje cristiano no debe ser desestimado. Sino que debe entusiasmarnos a nosotros los bautizados. Escribo en un diario; pero escribía también en otros medios. He sufrido embates; pero quien lo hacía quizás se cansó. Y entró en un período más calmo. He ingresado a un medio fundado y dirigido por una persona que no compartía mi fe; pero como era inteligente y tenía valores que él mismo respetaba, nunca me impidió escribir desde mi condición cristiana. Lo que sí, hay que fundamentarse bien para hacerlo.
Personalmente me sorprendo cuando me dicen que leen lo que escribo. Hace poco me lo decía una oncóloga. Que guarda mis notas. Claro que ella tiene una visión humanista de la medicina. Entonces, a veces soy crítica de algunos aspectos de la vida eclesial. Pero el cristianismo ofrece, en mi opinión, la posibilidad de tensionar la vida hacia un plus. No hacia la declinación humana y ética.
Quede claro que no quiero confrontar ni herir a nadie. Pero esa es mi posición y mi experiencia.
Gracias.
Prof. María Teresa Rearte
Coincido con el teólogo Gustavo Irrazábal, cuando dice que la vida célibe es un tema que no atañe sólo a los sacerdotes. Sino que hace al estilo de vida de otras personas, consagradas o no. Por eso, insisto en la necesidad de recuperar el valor de la castidad, como virtud para solteros o casados, según sea su estado de vida. Y sobre la importancia que tiene presentarla a los jóvenes porque, si bien muchos están tempranamente iniciados en las relaciones sexuales, otros no.
Esos que han respetado la castidad están esperando una palabra de quien educa que convalide el sentido y el valor de la virtud. Personalmente por mi experiencia en la catequesis de adolescentes por una parte, como con posterioridad en la cátedra, he presentado el tema de la castidad. Incluso la virginidad ofrecida por el Reino de los Cielos.
Más aún, los alumnos han conocido una comunidad de contemplativas. Han dialogado con ellas y participado libremente de la liturgia. Nadie quedó decepcionado por esa experiencia. Al contrario.
Pero si desde el inicio ya renunciamos a sostener el celibato, y promovemos contra viento y marea el matrimonio para todos, también para los sacerdotes, incluso sin tener en cuenta que el estado matrimonial afronta una seria crisis. Porque hay muchos jóvenes, incluso jóvenes cristianos, que viven en pareja sin casarse. Y no se muestran inclinados al matrimonio, ¿por qué, me pregunto, tanto interés en que los sacerdotes de casen?
Quizás mi posición sea ésta porque soy hija de la escuela católica. Y me he formado en una universidad católica. Y he mantenido, y mantengo lazos de amistad muy fuertes, tanto con religiosas de vida activa, como con contemplativas, sin pérdida de mi condición laical, que yo creo fuertemente en el valor de la vida célibe. Así como, sin vacilacion alguna, creo en el valor de la vida contemplativa. Y de igual modo, tengo en alta estima la vida matrimonial. Por eso, en algún momento dije que cada uno debe seguir su propia vocación. E incluso por mi desempeño en un seminario y la naturaleza de la cátedra que desempeñaba, he ayudado a comprenderse y comprender el valor de la vocación y sus exigencias.
Gracias.
Prof. María Teresa Rearte
Buenas,..no entiendo por qué no está más colgado en esta página el debate de «qué Iglesia queremos»!!
Hace rato que no figura más,…podrían explicar que paso?
gracias